Chutney de calabaza

Por Recetasdetiaalia

Dice el refrán "no hay dos sin tres" pero, en mi caso y con el tema de los chutneys, me he pasado en números y tengo que adaptarlo a "no hay cuatro sin cinco" aunque, posiblemente más adelante, tenga que cambiarlo a "no hay cinco sin seis", "no hay seis sin siete", etc.
Y es que con este chutney de calabaza ya son cinco los chutneys publicados en el blog. Todo empezó con el chutney de tomate de Yolanda, que sorprendió a todos los asistentes a uno de los encuentros de bloggers gastronómicos celebrados en Madrid con unos muffins de chutney de tomate y queso de cabra que quitaban el sentido. A este siguieron, timidamente, el chutney de picotas del Jerte, absolutamente delicioso y mi preferido por encima de cualquier otro (cuestión de gustos); el chutney de mango, perfecto para principiantes y todos aquellos que prefieren los chutneys de sabor suave; y el chutney de manzana y cebolla, una combinación clásica muy fácil de apreciar desde el primer bocado.
Como quienes me conocen saben de mi pasión por estas confituras avinagradas, la receta del chutney de hoy llegó a mis manos por medio de una compañera de la Escuela de Hostelería y no tardé mucho en prepararlo.
Chutney perfecto, al igual que cualquiera de los anteriores, para acompañar una tabla de quesos con una ensalada, la cena perfecta de cualquier noche del año.
El remate, un buen vino...y ya pierdo los papeles. ¿Vosotros no?
Necesitamos (para 2 botes medianos o unos 500 gramos)
  • 1 naranja
  • 4 cucharadas de aceite de oliva suave
  • 200 grs de cebolla, en brunoise
  • 1 diente de ajo, en brunoise
  • 200 grs de calabaza, sin pepitas ni corteza y en dados
  • 150 grs de azúcar moreno
  • 1 cucharadita de curry
  • 1/2 cucharadita de canela en polvo
  • 1/2 cucharadita de jengibre molido
  • 1/2 cucharadita de comino
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 200 ml de vinagre de sidra

Preparación
Lavamos la naranja y retiramos la piel finamente, evitando la parte blanca (que amarga). Picamos y reservamos.
Exprimimos el zumo y reservamos.
Calentamos el aceite en una cacerola y rehogamos el ajo junto con la cebolla, a fuego suave, durante 10 minutos.

Incorporamos la calabaza, la piel de naranja, el azúcar, el curry, la canela, el jengibre, el comino y la sal. A continuación añadimos el vinagre y el zumo de naranja.
Dejamos cocer a fuego suave durante 40 minutos o hasta que adquiera la consistencia de una mermelada ligera (mejor que quede tirando a líquido porque espesará con el reposo, bastante).
Enfriamos, trituramos (opcional) y dejamos reposar durante, al menos 3-4 días, antes de consumir para que los sabores se asienten y se suavice el sabor del vinagre.
Fuente de información: Revista "Comer bien", número 146.