Revista Religión

CICATRICES Y ARRUGAS EN EL CUERPO Y EN EL ALMA, P. Benjamín Crespo, 2022

Por Joseantoniobenito

CICATRICES Y ARRUGAS EN EL CUERPO Y EN EL ALMA, P. Benjamín Crespo, 2022

Les comparto estas bellas y hondas reflexiones acerca de nuestras cicatrices y arrugas (en el cuerpo y en el alma) del P. Benjamín Crespo, SJ, desde Roma

LAS CICATRICES EN NUESTRA VIDA

Pensando y dando vueltas a este tema se me ha ocurrido escribir unas notas sobre las cicatrices en nuestro cuerpo, en el alma, en nuestra vida. A todos nos ha sucedido experimentar un golpe, una herida, un accidente, una intervención quirúrgica, que nos causan pequeñas y grandes heridas que necesitan cicatrizarse, simples y sencillas, a veces las ocultamos, otras no podemos tapar, unas son visibles, las invisibles son a veces peores, no solo del cuerpo, mucho más las del alma. Son de tamaño, de color, de espesor y de profundidad diferentes, unas se van borrando dejando algo de huella, otras ahí están y nos retan a asumirlas con humor, sin depresión alguna. Las cicatrices revelan quienes en realidad verdaderamente somos.

Hay personas que no tienen cicatrices epidérmicas, o se maquillan y disfrazan, pero tienen muchas heridas en el alma y abiertas, sangran y debilitan el espíritu. Y también al revés. Hay personas de un corazón lleno de inmensa bondad, ternura y cariño, nos conmueven, nos tocan lo más profundo de nosotros mismos. Algunas enfermedades corporales o espirituales nos dejan cicatrices. De todo hay y cada persona sabe, conoce, las ve, las oculta, las asume o las rechaza. La experiencia nos hace vivir situaciones inesperadas, nunca deseadas ni imaginadas ni queridas. Hay situaciones que nos vienen, limitaciones y fragilidades, y que con la ayuda y gracia de Dios y la fuerza que viene de lo alto, seguimos viviendo con calidad humana y espiritual. Incluso más fortalecidos, aunque parezca incomprensible. Y esto no se improvisa, brota luego de años de sembrar valores y cosechar frutos que duran y perduran.

Hay diferentes tipos de cicatrices, de todo color, de todo tamaño, más o menos serias, sencillas unas y complejas otras que no podemos descuidar, ahí están y nos revelan lo que somos, lo que sentimos y experimentamos. Tienden a desarrollarse en ciertas partes del cuerpo, según los casos y las causas de su origen. Hay factores que retardan la cicatrización como también hay factores que ayudan a cicatrizar en poco tiempo. Nuestro cuerpo cuenta con la capacidad para recuperarse después del daño. Los accidentes y las lesiones son frecuentes y todos hemos sufrido alguno en ciertas ocasiones. En estos momentos nuestro organismo trata de responder para recomponerse o mantenerse en las mejores condiciones a pesar del daño sufrido. Un ejemplo de ello son las cicatrices.

En algunas personas puede suceder que la cicatrización sea más lenta de lo esperado y en otras una cicatriz aparentemente severa pueda suavizarse con el paso del tiempo y los cuidados y atención que requiera evitando molestias y tal vez complicaciones. El cuerpo tiene una gran capacidad de recomponerse después de los daños, aunque a veces es preciso adoptar ciertos cuidados para prevenir complicaciones en el proceso de cicatrización. Cada persona sigue unos ritmos de cicatrización diferentes, ya que esto depende de factores como el tipo de lesión, la edad, la alimentación o el estado de salud de la persona, tanto a nivel físico, como psicológico y espiritual.

Las cicatrices se forman cuando se sanan las heridas de la piel. Son parte natural del proceso de curación cuando el cuerpo repara el daño de la piel que se ha cortado. El tejido nuevo formado por una cicatriz se sentirá de manera diferente y tendrá una textura diferente a la piel que lo rodea. Hoy hay especial atención al cuidado, y ojalá seamos siempre personas expertas en cuidar, en acompañar, en alentar, reconociendo con sinceridad que esa persona a quien cuidamos, es casi siempre la que nos alienta y da fuerzas desde sus cicatrices. Cuidémonos, dejémonos cuidar y cuidemos a los demás, y seamos agradecidos. Reconozcamos que Dios nos cuida y a su lado las personas que más amamos y más recordamos nos siguen cuidando siempre.

Roma, 24 septiembre 2022

Benjamin

NUESTRASARRUGASENLAVIDA OVIVIRCONNUESTRAALMA  ARRUGADA

Ayer sábado por la tarde se me ocurrió o más bien sentí el impulso y la necesidad deescribirunasnotassobreloquesentíaenesemomentoacercadelascicatrices ennuestravida y traté de ponerlo por escrito. Siempre ayuda a volcar sentimientos y a discernir loque pasa y atraviesa nuestra alma, espíritu y corazón, compartirlo y acompañarnos demaneracercana,empática, comprensiva,cordialyafectuosa.

El corazón es lo más profundo que tenemos para expresar lo que sentimos, "te amo contodo mi corazón, con toda mi alma". No es sólo un órgano corporal, es mucho más,muchísimo más. A veces late normal, a veces agitado, y hasta llega a paralizarse, seproduce el paro cardiaco. Muchas veces cuando lo sentimos latir nos alegramos, tal vezotrasvecesnosasustamos,tenemostambiéncardiopatíascorporales,psíquicasyespirituales, éticas y morales. Nuestro corazón y nuestro espíritu se manifiestan a travésde emociones, de sentimientos, de todo aquello que nos afecta, nos toca interiormente,nos totaliza, englobay abarcaporentero, talcomo somos y lo quesomos.

Según la teología cristiana la persona se compone de tres elementos: el cuerpo, el alma yelespíritu.NospermitencontactarconDios,sentirygustaraDios.Expresarycompartira Dios. Dios se hace presente encarnado, en cada uno de nosotros. Es decir, Dios connosotros, en nosotros, en nuestro ser personal y en el ser de todos. Nuestro "corazón" enlaBibliaesunacomposicióndetodaslaspartesdenuestraalma:nuestramente,emocióny voluntad y la parte más importante de nuestro espíritu: nuestra conciencia. Por esosomosvitales,existenciales,nodivorciemoslocorporalyloespiritual,cuerpoyespíritu,somos personas nacidas integradas desde el corazón de Dios. Por eso amamos con elcorazón,conelcuerpo,con todo nuestro ser.

Hace tiempo recuerdo esta frase de Sócrates: "El paso del tiempo arruga tu piel, pero lafalta de entusiasmo arruga tu alma". Y ocurre de todo, pieles estiradas y corazonesarrugados, y viceversa también, corazones llenos de ternura y pieles arrugadas quetratamos de estirar y maquillamos, pero las arrugas del alma son muchísimo peores ydañinas que las arrugas del cuerpo, o ¿acaso no es cierto?En muchas o en algunasocasiones vemos cómo las personas, cada uno se lo dice a sí mismo, tratamos de ocultar,disimular o eliminar externamente las arrugas, marcas o cicatrices que hay en nuestroscuerpos, quitar las "imperfecciones", lo que nos "afea", lo que pensamos o sentimos nosquita o disminuye belleza física, y no siempre nos examinamos más interiormente, niqueremos tocar elfondo denuestro espíritu,denuestro corazóny alma.

Sin embargo, cuando vemos las arrugas, las cicatrices, podemos ser testigos del caminoque hemos recorrido y atravesado, los recuerdos que guardamos, los sentimientos quemuestrannuestrapropiashistoriasyexperienciaspersonales,familiares,grupales,comunitarias.Conelpasodelosaños,lasarrugasempiezanaaparecerporlasexpresioneshabituales de nuestros rostros, de las subidas y bajadas de peso, de enfermedades ycuraciones.Conelpasardelasexperienciasvamosacumulandoarrugasennuestrocuerpoy nuestra alma que son parte de nosotros, de nuestro aprendizaje, crecimiento, de losgolpes, caídas, sufrimientos, etc. Las arrugas de nuestras continuas sonrisas, o nuestrosfruncidos de ceño, nuestras arrugas por el paso de los años, por las preocupaciones, lashorasenvelacuidandoaunenfermo,aquienmásqueremos,aquienesnosaproximamos,noshacemosprójimos,esperandolasanaciónylasoluciónalosproblemas.Esaexpresiónque solo hacemos cuando nos asombramos, cuando nos concentramos. Las arrugas denuestrasmanos, denuestros esfuerzos, desvelosytrabajos.

Lasarrugasquenosrecuerdanaventuras,experiencias,diversiones,caídas,enfermedades,nochesydíassindormirnicomer,perdemossueñoyapetito.Arrugasquenos muestran batallas ganadas, enfermedades superadas que nos dieron más tiempo ycalidad de vida. Arrugas que nos recuerdan segundas oportunidades, que nos enseñan lovalioso de la vida, lo valioso de tener el tiempo y poder dedicarlo a las personas yexperiencias que de verdad importan. A veces confundimos lo esencial, y decimos quetodolootroesmásurgenteyprioritarioydescuidamosloesencial.Ytambiénpriorizamoslo superfluo sobre lo fundamental, y lo primero es lo primero siempre. La belleza de unapersonanolaconseguimosenelgimnasionienlosejerciciosaeróbicos,aunqueesvaliosoel cuidado físico de la salud. Pero no "es eso", no se reduce "a eso", ni se obtiene "poreso".Y"eneso"seinviertenmuchodineroymuchotiempo,inclusoacostadelamismafamilia. Se vive con valores invertidos, prostituidos, aunque suene mal y escandalice alos cultivadoresdelcuerpo.

Hayarrugasvisibles einvisibles,muchasotrasquenovemosonoshacemos losciegosyno queremos ver, las del alma. Tenemos a veces almas y corazones arrugados por breveo lamentablemente por mucho tiempo. Aquellas arrugas que solo podemos ver y sentircuandoprestamosatenciónalaexpresióndelamirada,aloprofundodelcorazón,alsaberescuchar, acompañar, acercarnos, aproximarnos. La enfermedad o pérdida de alguienquerido, el sentirse minusvalorado, los miedos por las circunstancias de la vida, lasinseguridades que nos llevan muchas veces a querer desaparecer, el dolor de ver sufrir alos queamas,las actitudesdeotras personas quenos hierenenlo profundo.

Estas arrugas no son tan visibles, no las asumimos y es muy difícil ver su proceso decuración, pero que bueno y excelente es cuando tenemos a nuestro lado a personas queson capaces de ver a través de nuestra mirada, de estar a nuestro lado y cuidar nuestravida, que se toman el tiempo de escuchar, de estar, de saber ayudar, amar sin esperarrecompensa ninguna. Esas personas y pongamos rostros y nombres, están ahí, a nuestrolado,soncapacesdeayudarnosenelprocesoysobretodosinfigurar,"sinfiguretismos",sin protagonismos, sin auto referencialidades dice el Papa Francisco, sin decir a nadiemira que buena persona soy, todo lo que hago por los demás, y queremos que nos vean,que todos sepan, que se conozca y quede registrado, es todo lo contrario a Jesús y alevangelio, "que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha", queremos que laderecha sepa lo que hace la izquierda. Eso no es ni humano ni mucho menos evangélicoy permítanme también decir si no es humano ni evangélico,por eso mismo no esignaciano.

Jesúspasóhaciendosiempre el biena todos,sinexcluira nadie,peroatendiendopreferencialmentealospobres,alosenfermos,alosdesvalidosyexcluidos,alosquesonsamaritanos,ynosdioejemplo"haganustedeslomismo","denlesustedesdecomer".Nobusquen ser servidos sino en todo amar y servir. Jesús se ofreció, nos dio su vidaentregándola hasta la última gota de sangre, la derramó por nosotros, cada uno puededecir"pormi".Jesúsestuvodispuestoallenarsedecicatricesyarrugasporamorati,poramoramíyconsudoloraliviarelnuestro.Peroresucitó,venciendoatodoello.¡GraciasJesús! Aprendamos a reír y sonreír con arrugas, con cicatrices y agradezcamos el don yregalo de la vida, cuidémosla siempre, la de todos. Agradezcamos a los que están anuestro lado y nos apoyan y ayudan a sanar heridas, cicatrices y arrugas, porque miranmás allá de lo que los ojos ven. Como dice "el principito" que seguro hemos leído: "loesencialesinvisiblealosojos".

BenjamínCrespo,s.j.Domingo25septiembre2022.


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