Soy consciente de que al pasar de El hombre elefante a Terciopelo azul directamente estoy saltándome Dune (1984), pero voy a centrarme en las que considero las obras más importantes de Lynch, y creo que esta obra no es ni mucho menos imprescindible.
En Terciopelo azul (1986) se nos cuenta la historia de Jeffrey Beaumont (Kyle Maclachlan), un joven universitario que vuelve a su pueblo natal. Allí encuentra una oreja cortada, y debido a lo aburrido que le resulta todo allí decide investigar como esa oreja llegó a acabar tan maltrecha. Con ayuda de su amiga Sandy Williams (Laura Dern) llegará hasta la atormentada Dorothy Vallens (Isabella Rossellini), una cantante que es chantajeada por el terrible Frank Booth (Dennis Hopper), un psicópata que es incapaz de vivir sin su bombona de oxígeno.
Terciopelo azul es la antecesora bizarra de American beauty. Nos muestra lo que hay tras esa aparentemente idílica familia americana. Desde el inicio Lynch deja claro su propósito, e incluso llega a tomárselo a coña cuando en las primeras imágenes de la cinta, y las finales, muestra un coche de bomberos circulando con un afable hombre saludando a cámara, y unas flores perfectas en un jardín que bien podrían ser de plástico. Cuando vemos estas imágenes sabemos que estamos entrando en el universo de Terciopelo azul, que lo que nos muestra en la superficie es algo idílico, pero que a la vez resulta inquietante.