El siguiente trabajo es presentado por la alumna del Colegio San Cayetano, La Plata. Morena Marchioni para el taller Pre-Univeristario sobre Pensamiento Social.
Actualmente tenemos el hábito de tomar palabras y modificar totalmente su significado.
Al notar esta costumbre, hice énfasis en una en especial: Villero. ¿Qué es un “villero”?
Para analizar mejor esta cuestión, hice esta pregunta a una serie de personas de distintas edades y distintos ámbitos y obtuve respuestas como: “Un villero es alguien mal vestido”, “Una persona que roba”, “Un perteneciente a un grupo urbano, con vestimenta y dialecto específicos”, pero la más frecuente fue “Una persona que vive en una villa”. Y sí; un villero es una persona que vive en una villa. Entonces ahí viene la pregunta: ¿Qué es una villa? La palabra tiene una larga historia comenzando en la Edad Media, donde era un tipo de núcleo poblacional, cuyos habitantes se diferenciaban de los trabajadores rurales; pero en Argentina, llamamos Villa miseria, villa de emergencia o simplemente villa a los asentamientos informales caracterizados por una densa cantidad de viviendas precarias.
Si bien su significado para la mayoría de las personas es el correcto, la problemática social se ve en la forma en que se utiliza. Para demostrar esto, pedí a las mismas personas que me den un ejemplo de en qué ocasión usarían esta palabra, y me encontré con una enorme contradicción entre significado y uso, “Él está todo el día escuchando cumbia, es un villero” “Estos villeros me cortaron la calle por hacer piquete” “Se viste como un villero” “Este villero seguro me va a robar” “Si veo alguien que me viene a pegar pienso que es un negro villero” “Este villero se viste mal” es en estas respuestas donde se pone en duda si realmente vemos a un “villero” como alguien que vive en una villa, y, además, donde encontramos reflejados los estereotipos y el principal conflicto: prejuicios.
La sociedad funciona como masa, pensar distinto es irse del centro, de la comodidad, cambiar ese estado de confort por ideas diferentes. Esta gente, probablemente, no invirtió tiempo ni interés en pensar el efecto que puede causar el uso de una simple palabra, como puede herir la sensibilidad de otro. Por suerte, creo yo, también existe un pensamiento diferente, ante las preguntas que mencioné anteriormente, obtuve otra respuesta “No uso ese término, me parece despreciativo. Juzgar a alguien por su ropa, su clase social, su forma de vida o de hablar, es estigmatizarlo y seguir abriendo esa grieta que nos divide como sociedad. Se suelen escuchar frases como ‘me vestí re villera’; y ser villero no es un insulto, la palabra tiene todo un trasfondo social.”
“Los pibes de la calle no se juntan para jugar, sino porque tienen miedo. Los pibes de la calle no gritan porque son negros, gritan porque son invisibles.” Juan Solá
Colegio San Cayetano de La Plata. Historia. www.elarcondeclio.com.ar