Ciclo Star Wars III: El Retorno del Jedi

Publicado el 17 abril 2012 por Lapalomitamecanica
Donde el espectáculo brilla por encima de las carencias del guión

Con el análisis del Episodio VI se cierra definitivamente la parte del ciclo correspondiente a la trilogía antigua de Star Wars y con ello una obra que quedará para el recuerdo a pesar de que las nuevas películas de la mano de George Lucas no supieran estar a la altura. El Retorno del Jedi causó en su día toda una maraña de sentimientos entre los cinéfilos más expectantes, y es que hay que recordar que tras el exitazo del Episodio V: El Imperio Contrataca, la expectación era máxima (parecido a lo que sucede con TDKR), y por ello muchos no dudaron en calificarla de infantiloide mientras que otros simplemente disfrutaron de un espectáculo sin igual. Su análisis, tras el salto.
El Retorno del Jedi fue estrenada el  25 de mayo de 1983 y su guion corrió a cargo de Lawrence Kasdan y el propio Lucas. Durante 1981, el director escribió los primeros libretos de este episodio, que en un principio se titularía La venganza del Jedi, no obstante, se optó por algo más light por eso de que los Jedi representan la paz interior y ese rollo Zen. Curiosamente, los primeros bocetos del guion consisten en una pugna entre El Emperador y Darth Vader por Luke Skywalker, e incluso en un nuevo borrador se nos presenta a Vader como un tipo simpático. Sin embargo, fue Kasdan quien tras ponerse manos a la obra, se ocupó de la redención de uno de los villanos más laureados de la historia y de que éste quedase desenmascarado en los últimos minutos del film. Esta búsqueda de la salvación por parte de Vader también supondría el precedente necesario para poder ahondar más en un personaje cuya historia sería la absoluta protagonista de la nueva saga.

Finalmente, fue Richard Marquand quien se sentó en la silla de director, aunque siempre se ha rumoreado que Lucas estuvo al timón en todo momento. Sorprende que otros directores de renombre pudieron haber tomado el mando como David Cronenberg o Steven Spielberg, pero ambos se negaron ante la imposibilidad de tener el control absoluto del film. Aunque Lucas como realizador siempre se ha mostrado competente y en favor del espectáculo, en su faceta como guionista naufraga estrepitosamente y por eso este dúo Kasdan-Lucas es un reflejo auténtico de las fortalezas y debilidades del Episodio VI.
Las críticas que muchos lanzaron a El Retorno del Jedi fueron, por un lado, la de poseer un tono aniñado (desde luego, los osos de peluche no ayudaron, aunque al lado del denostado Jar Jar, los Ewoks parecen sacados de una tertulia de Eduardo Punset) y, por otro, la de transmitir al espectador la sensación de deja vú ante lo que está viendo (segunda vez que los rebeldes se cargan la Estrella de la Muerte, de nuevo por un fallo de diseño con boquete por donde las naves pueden transitar hasta el mismísimo reactor -¿Tan difícil era levantar un tabique?-). Por no hablar del plan de rescate de Han Solo, cuya eficacia depende únicamente de que R2D2 esté atinado a la hora de lanzar el sable láser.

Por suerte, todos los problemas del argumento quedan eclipsados en favor de un espectáculo palomitero como sólo La Saga Star Wars ha sabido proporcionarnos. Un ritmo frenético nos traslada a infinidad de aventuras con una factura técnica excelente, desde el rescate del vanidoso Solo, pasando por una batalla estelar que hasta la fecha no ha sido superada en realismo ni de lejos por las nuevas tecnologías, para finalizar con un enfrentamiento láser que supone el súmmum de un clímax final a recordar.
Mark Hamill en esta última entrega hace un trabajo encomiable (aunque éste no se mostró del todo satisfecho con el resultado de la película llegando a declarar textualmente que “admitámoslo, hemos hecho una película para niños”). Un personaje que deja atrás aquel chico de granja para convertirse ya en todo un caballero Jedi. Sin embargo, en esta ocasión, su lucha va más allá de la superficialidad de rescatar princesas y clavar la estaca del bien sobre el corazón del mal más absoluto. Luke, ante todo, busca el resquicio de humanidad que todavía siente en el corazón de su padre. Mientras El Emperador batalla por corromper al joven Jedi, Skywalker lucha por recuperar el alma de un Darth Vader que una vez fue Anakin Skywalker, hasta que fue invadido por el lado oscuro de la fuerza. Finalmente, el sacrificio del Jedi acaba tornando la balanza en un último acto de redención que, finalmente, devuelve el equilibrio a la fuerza, cumpliéndose la profecía en un desenlace, sencillamente, apoteósico (e inconfundiblemente armonizado por el veterano John Willians).
El Episodio VI es un dignísimo broche a la saga que muestra las cualidades como realizador de George Lucas y sus carencias como guionista, aunque, por fortuna, termine imponiéndose el espectáculo de un blockbuster definitivo en toda regla, quizás, el primero. Como ya expresamos al inicio de este ciclo, son comprensibles ciertas animadversiones ante la saga de George Lucas, no obstante, las cualidades sobresalientes de la primera franquicia brillan con luz propia en detrimento de los Episodios I, II y III, que resultaron ser estrepitosamente decepcionantes. No dudéis que con éstos, tocará  afilar el cuchillo en las próximas ediciones de este ciclo.