Vamos a reconocer una cosa: el ciclismo no está atravesando su mejor momento. Están saliendo, por desgracia, muchas noticias de ciclistas (alguna injustas) sobre positivos, pero, me llama la atención una cosa, y es que cada vez son más los ciclistas que salen a las carretera, pero no los que compiten, sino los que tiene otra vida aparte del ciclismo y, cuando pueden, se visten de "romanos" y salen a pedalear por las carretera de su ciudad. Cada vez son más los que deciden usar la bicicleta in ánimo de competir, solo para poder disfrutar de una mañana o una tarde soleada en compañía de su bicicleta y sus compañeros de grupo. Da gusto salir a la carretera y ver a cada vez más ciclistas que salen a pedalear para poder pasar ese puerto que se les atraganta, ésa marcha en la que no consiguen rebajar algún minuto, ése descenso que tiene muchas curvas y no consiguen pasarlo bien... En fin, ciclistas (mejor dicho, cicloturistas) que lo que quieren es disfrutar de su afición: el ciclismo y el deporte. Muchas veces parece que hay pocos ciclistas, pero empezamos a sumar de un sitio, de otro, de aquel de allí.. y nos podemos encontrar marchs de 2000 ciclistas, o incluso más, como pasa en la "marchas" como la Quebrantahuesos, o marchas como la Treparriscos o la Bilbao-Bilbao. En esta última sí que domina cicloturismo, y del bueno, sin contoles de tiempo, donde cada uno hace su marcha y punto. También marchas como la de Carlos Sastre, un recorrido duro, pero apto para un ciclista que esté más o menos preparado, con sitios para sufrir, y sitios para descansar, pero siempre pensando en el cicloturista, nunca en el que va a competir. Gracias a ésa filosofía, actualmente hay muchísmos cicloturistas, posiblemente más que nunca durante el auge del ciclismo. La verdad, no sé si los pioneros de este deporte como Anquetil, Hinault, Bahamontes, o incluso gente más moderna como Ángel Arroyo, iban a pensar que en otra clase de ciclismo iban a salir pelotones muchísimo más grandes que los de los profesionales.