Media Columna de Jorge Morelli. (Blog de Jorge Morelli).
CIEGOS INDIGNADOS.
No por estar descaminada es menos importante la movilización de estos días, que es un reclamo por la decencia en los asuntos públicos. Aunque profundamente desinformada, muestra un estado emocional -no un pensamiento político- que pide una interpretación.
No es un asunto local, ante todo. Es la era de la igualdad que, como alguien expresó bien en el twitter –patria de la igualdad-, no consiste en el derecho a ser iguales sino en tener igual derecho a ser diferentes. Es la era de la igualdad de oportunidades y de la élite del mérito.
Pero entre nosotros, como en el sur de Europa, toma la forma de los indignados. La desinformación de los indignados limeños no hace falta demostrarla. Están en contra de cosas que sitúan mal en la realidad. Su ira se dirige contra espejismos, nace del prejuicio al que creen instrumento de su liberación cuando es justamente la manija de su manipulación política.
Su desinterés en política -de la que se asquean- tiene un castigo merecido: ser gobernados por los que sí se interesan. Creen que no es política estar contra los partidos. Creen ser independientes. Independiente, sin embargo, es el que no sabe dónde está parado. Todos estamos dentro de la cancha, no hay nadie fuera. El que no sabe lo que piensa es presa fácil de la manipulación emocional. Los indignados locales tienen en común estar contra algo, pero no saben a favor de qué. Sus lemas son incongruentes y sus banderas se anulan unas a otras. Es un malestar, una creatividad contestataria, una forma menor de artesanía política criolla que, una vez que concluye de echar abajo los muros que le impiden ser libre -como decía Saint Exupery-, añora el palacio donde los pasos tenían sentido.
Lo que estos indignados estudiantes revelan, además de buena fe, es una monumental ignorancia de la historia y la política. Serán pasto de cualquier Savonarola que los arrastre al pantano del fundamentalismo en nombre de alguna causa primitiva en la que ellos creerán haber descubierto el cielo en la tierra. Nada nuevo bajo el sol, sin embargo. El mundo ve todos los días la violencia urbana del narcotráfico y el terrorismo bastardo. Ante eso, las marchas de nuestros indignados son palos de ciego.
FUENTE: BLOG DE JORGE MORELLI. http://www.expreso.com.pe/blogs/jorge-morelli