Cien años de honradez

Por Alejandropumarino

Mingote se debe al medio en el que publica sus viñetas, como Forges, lo que no les resta sectarismo a uno ni al otro; en todo caso, la reflexión de ABC es más prudente que la de El País, que suele dejar en bastante mal lugar a los populares. El dilema de siempre: O la política, o los políticos, es una realidad social de nuestro país, aunque el periódico de la imagen esté abierto por la página en la que se comentan los EREs andaluces o Mercasevilla. Bien podría haberse referido a casos en los que los involucrados fuesen políticos populares, con idéntico resultado.

La cuestión es meter ruido y denostar al contrario porque el poder da más oportunidades que la oposición, en la que tampoco se está nada mal. Ussía comentaba el otro día como en tiempos de Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, el derby madrileño se seguía de una frescacha por parte de los jugadores de ambos equipos, que pagaban los perdedores; años después critica el autor del artículo, la violencia, real o flotante, en este tipo de partidos. Empieza a suceder lo mismo con los políticos, más preocupados en destruir juego que en crear alternativas atractivas a los votantes, cada vez más desilusionados ante las urnas, algo que preocupa bien poco a la clase dirigente, más atenta a perpetuarse en los apetecibles cargos oficiales.

Se terminaron los cien años de honradez del PSOE hace ya años, cuando jugaba en bolsa el Gobernador del Banco de España, o el Director de la Guardia Civil se escapaba a Laos con el dinero del Colegio de Huérfanos, después de haber falsificado el currículum, y probablemente también los del resto de formaciones, con líderes cada vez menos atractivos cultural y políticamente. Lo malo de los progresistas, es que insisten en enorgullecerse de una ética que muchos de sus conspicuos no tienen, y eso hace pasar de la desilusión al desencanto del votante medio; estoy casi seguro que lo notarán en las próximas autonómicas y municipales.