Género. Relatos.
Lo que nos cuenta. Recopilación de trabajos cortos de The Magazine of Fantasy and Science Fiction, en concreto extraídos del número especial de la revista publicado en 1969 y que conmemoraba su vigésimo aniversario, con relatos de autores de primera línea en su tiempo que nos llevarán a conocer el viaje en el tiempo para capturar animales extintos, un robot sin controles de pensamiento, un hombre que no sabe que en realidad es humano y el último habitante de Gran Bretaña, entre otros escenarios.
Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.
- Intuición femenina (Isaac Asimov): relato incluido en la antología del autor El hombre del bicentenario, perteneciente a la línea narrativa sobre robots que tanta fama tuvo en su momento, muy Asimov y muy robot, que hoy se podría catalogar, si el lector quisiera, de sexista (muy Asimov, ¿verdad?).
- No vengas a mí en el blanco invierno (Harlan Ellison y Roger Zelazny): otro de esos relatos deliciosamente extraños que ofrecieron la pareja de escritores cuando colaboraron, que toca temas científicos bastante poco conocidos en su época para construir su ficción, lo que sorprende, pero en una trama que mezcla lo casi fantástico con el amor profundo en distintas formas.
- La hormiga eléctrica (Philip K. Dick): relato muy ceñido a los temas de fondo más recurrentes en el escritor pero no de los más famosos, agradable en general pero que genera sensaciones dèjá vu en los que estén bastante metidos en la narrativa de Dick.
- Un cetro final, una corona duradera (Ray Bradbury): la civilización debe abandonar un país pero alguien se resiste, muy bien escrito desde lo técnico pero de cierta intrascendencia en alcance a pesar del típico tono de añoranza y saudade que, como la mayoría de los trabajos de Bradbury, tiñe la narración.
- El suave dilema (Brian W. Aldiss): relato que se pregunta, en el fondo, si algunos humanos son lo suficientemente humanos en realidad, que si bien es interesante en el plano general no está entre lo mejor del autor y deja un regusto a moralina que no termina de funcionar.
- El hombre que aprendió a amar (Theodore Sturgeon): Alegoría de alta intensidad y alcance pero de longitud breve, que juega con las relaciones de pareja y el éxito para hablar de algo mucho mayor, interesante y lograda.
- ¡Coge un caballo! (Larry Niven): Un relato que mezcla esos escasos trabajos de Niven que jugueteaban con la Fantasía pero deslizándola, en este caso, en la Ciencia-Ficción, de idea de partida bastante original, logrado, entretenido y entre los más destacables de la antología por la ironía de la propuesta.