Ciencia y ética de acuerdo: es un retroceso

Publicado el 17 mayo 2013 por Alchavida
Cuando en España nos encontramos con el debate sobre el aborto al rojo vivo, salta a primera plana la primera clonación de células embrionarias de seres humanos. El jefe del equipo científico, de la Universidad de Oregón, niega que su objetivo sea clonar personas. Con una técnica similar a la utilizada en 1996 con la oveja Dolly, ya se había utilizado la técnica de la transferencia nuclear con éxito en distintos animales. No viene mal recordar que la clonación humana está expresamente prohibida por la ley española de Reproducción Asistida.
No se trata de poner en duda los avances científicos ni de limitar el progreso de la biología, pero no se puede degradar al ser humano hasta convertirlo en carne fresca para material de laboratorio. Pero además, la medicina regenerativa ha demostrado que la investigación con células embrionarias es obsoleta, sin ninguna eficacia terapeútica. Es mucho más eficaz investigar con células adultas, que no tienen el más mínimo coste ético.
Nos lo quieren vender como un gran éxito. Esta instancia abriría las puertas a nuevos tratamientos para trastornos, como el mal de Parkinson, esclerosis múltiples, enfermedades del corazón y lesiones de la médula espinal. Pero no nos engañemos. Oregon ha logrado un gran RETROCESO científico. Ha reabierto una línea de investigación obsoleta, cara e ineficaz. Para fines terapéuticos ya hay mejores alternativas desde hace años. En este caso ciencia y ética van de la mano: en ambos terrenos se trata de un importante retroceso.