Ciencia y tecnología al servicio del hombre

Publicado el 13 abril 2017 por Alchavida
En un discurso que pronunció el Papa Francisco ante miembros del Comité Nacional para la Bioseguridad, la Biotecnología y las Ciencias de la vida, a los que recibió en audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre señaló que “la tecnología, aún más que la ciencia, pone en manos del hombre un poder enorme y creciente”.
Se trata de un poder que entraña riesgos, el más grave de los cuales es que “los ciudadanos, y a veces también aquellos que les representan y que les gobiernan, no adviertan plenamente la seriedad del desafío que presenta ese poder, la complejidad de los problemas que deben resolverse y el peligro de usar mal la potencia que la ciencia y la tecnología de la vida ponen en nuestras manos”.
Ese riesgo se incrementa cuando entran en juego los intereses económicos. “Cuando la interacción entre el poder tecnológico y el poder económico se hacen más estrechos, entonces los intereses pueden condicionar los estilos de vida y las orientaciones sociales en la dirección del beneficio de ciertos grupos industriales y comerciales, en detrimento de las poblaciones y de las naciones más pobres. Esta composición armoniosa –continuó el Pontífice– requiere humildad, valentía y apertura a confrontar entre las diferentes posiciones, en la certeza de que el testimonio que los hombres de ciencia dan de la verdad y del bien común, contribuyen a la maduración de la conciencia civil”.
En este sentido, Francisco advirtió que “la ciencia y la tecnología están hechas para el hombre y para el mundo, no el hombre y el mundo para la ciencia y la tecnología.”
Por ello, el Papa subrayó ante los presentes que “vuestra tarea no solo es promover el desarrollo armónico e integrado en la investigación científica y tecnológica que se preocupa por los procesos biológicos de la vida vegetal, animal y humana; a vosotros también se os pide predecir y prevenir las consecuencias negativas que puedan provocar un uso distorsionado de los conocimientos y habilidades de manipulación de la vida”, concluyó.
En definitiva, una llamada de atención del Papa a la responsabilidad del científico y del investigador.