Pero la Universidad de Oregon no es la única que está realizando avances en este sentido, porque varios investigadores del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets), que en concreto pertenecen al programa solar, han logrado desarrollar una tecnología que permite imprimir células fotovoltaicas sobre prácticamente cualquier material, mediante un proceso que se basa en un sistema de sublimación (impresión de pigmentos por vapor) realizado en una cámara de vacío.
Además de conseguir reducir los costes de fabricación de las células solares, una de las ventajas de esta nueva tecnología es que las células impresas siguen funcionando después de doblarse (desciende la potencia al no recibir luz toda la superficie) y su durabilidad está asegurada durante al menos un año, tiempo que ha transcurrido desde que los científicos del MIT imprimieran el primer prototipo.
Asimismo, el material sobre el que imprimir no tiene que estar previamente tratado, pudiendo usarse papel común, plásticos y PET de diversos tipos o incluso tela, salvando los inconvenientes que presenta cada material, como por ejemplo la mala resistencia a la humedad del papel.
Vía: Xataka