La expectativa de vida promedio en los países desarrollados es de 80 a 85 años pero podría aumentar desde que los científicos descubrieron una serie de marcadores genéticos entre los centenarios, informó un artículo que publicó hoy la revista Science.
Los descubrimientos, hechos por un equipo de investigadores de la Universidad de Boston y el instituto de Tecnología Biomédica de Italia, abren la posibilidad de que en el futuro las personas sepan si tienen el potencial de alcanzar una edad avanzada.
Paola Sebastiani, del Departamento de Bioestadística en la Escuela de Salud Pública de Boston, y sus colegas estudiaron los genomas de 1.055 personas con edades de 100 o más años, y 1.267 personas en el grupo de control, e identificaron varios marcadores genéticos que son bien diferentes entre los centenarios y los otros individuos elegidos al azar.
No solo es genética
“Se cree que una vejez saludable refleja la influencia combinada de factores ambientales, incluidas las elecciones sobre el estilo de vida, y factores genéticos”, señala el artículo.
Entre los componentes del estilo de vida identificados por estos autores se cuentan la dieta, el ejercicio y el consumo de productos de tabaco.
“La importancia de los factores ambientales en la supervivencia hasta una edad avanzada la ilustra el hecho de que la expectativa de vida promedio es de 88 años entre los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”, añadió.
“Estas personas por virtud de su religión tienen una conducta beneficiosa para su salud que lleva a un envejecimiento saludable”.
Pronóstico
De todos modos otros datos, incluida la observación común de que la longevidad extraordinaria se presenta en familias, apuntan a factores genéticos en un envejecimiento saludable y, especialmente, en el añadido de 10 a 30 años más allá de los 80.
Y son muchos los genes que están involucrados en una vida larga, por lo cual los autores desarrollaron un modelo que computa la probabilidad de que una persona alcance una longevidad extraordinaria sobre la base de 150 marcadores genéticos.
Mediante este modelo los investigadores pudieron pronosticar, con un 77 por ciento de acierto, si una persona podría vivir hasta los 100 años de edad.
Los investigadores, que incluyen a Annibale Puca, del IRCCS de Milán (Italia), desglosaron sus predicciones genéticas en 19 grupos de características (o rúbricas) que correlacionaron con diferentes períodos de vida más allá de los 100 años.
También influyen patrones distintos de enfermedades relacionadas con la edad como la demencia, la hipertensión y los problemas cardiovasculares.
Los estudios futuros de estas rúbricas genéticas, señalaron, podrían arrojar luz sobre patrones específicos y diferentes de envejecimiento saludable, y en última instancia podrían ser útiles para un cuidado médico personalizado que tome en cuenta las necesidades individuales de prevención y tratamiento.