No voy a contar nada mejor de lo que lo hace en Magonia L. A. Gámez, pero cierto es que, durante el evento 1023 – Suicicio Homeopático los científicos y médicos han renunciado a su responsabilidad y deber para con la sociedad, es decir, defender al consumidor de las supercherías y pseudociencias y fomentar la cultura científica. Pero no, aquí (y Gámez lo cuenta de fábula) investigamos en nuestros laboratorios, no contamos a ni dios lo que hacemos y, además, no nos dignamos a divulgar.
Luego claro, salimos a la calle a protestar por el recorte en ciencia y nos quejamos de que la sociedad no nos entiende.
Es como si, en EEUU, las batallas contra el creacionismo fueran libradas por periodistas y blogueros. Ridículo.
Eso sí, luego no se nos quejen de que les recortan el presupuesto sanitario y no les proporcionan tal o cual instrumental porque, por equidad, el presupuesto también hay que repartirlo con la homeopatía, como ocurre en Cataluña y proyecta Canarias, por ejemplo.
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