Científicos mexicanos elaboran una teoría para explicar las superrotación de Venus

Por Marathon
Imagen del planeta Venus tomada por el orbitador Pioneer-Venus el 26 de febrero de 1979, a unos 65 000 km de distancia (NASA/NSSDC).
Uno de los misterios de nuestro Sistema Solar es la súperrotación, un fenómeno conocido desde finales de 1960, en el que los vientos de Venus soplan más rápido de lo que el planeta rota. Los científicos han propuesto varias teorías, pero ninguna ha sido totalmente satisfactoria. Ahora los científicos méxicanos han propuesto por primera vez un mecanismo creíble mediante el que un viento más rápido a mayor altura en el planeta más alto, está impulsando la súperrotación.
Una rotación completa del planeta Venus dura 243 días terrestres, pero su atmósfera, viaja mucho más rápido a velocidades de unos 200 m/s (720 km/h), por lo que da una vuelta completa al planeta en tan sólo cuatro días terrestres. El único otro lugar en el Sistema Solar dónde se produce un efecto de súperrotación es en la atmósfera de la luna de Saturno, Titán.
Los Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encabezados por Héctor Javier Durand Manterola-, han estado estudiando los vientos supersónicos en la ionosfera una región situada entre 150 a 800 kilómetros sobre la superficie. Los vientos, conocidos como la corriente "transterminator", viajan a varios kilómetros por segundo. Fueron descubiertos en la década de 1980 por la sonda norteamericana Pioneer Venus Orbiter, y se cree que son impulsados por la interacción con el viento solar.
Durand Manterola y su equipo proponen que la corriente transterminator en la criosfera podría efectuar una transferencia de energía cinética a la corriente atmosférica en forma de ondas de presión a medida que se disipan. Proponen que la interacción en el lado nocturno entre la corriente del amanecer y la del lado atardecer genera ondas, puesto que fluyen a velocidades diferentes, y el flujo lateral del atardecer es mucho más rápido.
Las ondas viajan a través de la ionosfera, por la termosfera y la mesosfera hasta llegar a la troposfera entregando la mayor parte del momento y disipándose en la capa de nubes, y provocando un movimiento de la atmósfera en una dirección retrógrada y controlando de la súperrotación.
El equipo calculó el flujo de energía que transporta el flujo transterminator y lo comparó con la energía calculada por la pérdida de viscosidad de la atmósfera. Estos cálculos mostraron hay suficiente energía en la corriente transterminator para superar la viscosidad y generar la súperrotación. Se calculó entonces qué amplitud tendrían que tener las ondas para inducir súperrotación y se descubrió que la amplitud necesaria que produciría 84 decibelios en el lado nocturno, lo suficiente para mantener un fuerte rugido en las nubes del lado nocturno del planeta", similar a una orquesta tocando a un ritmo 'fortissimo'.
Los investigadores probaron su teoría de la transferencia de energía en un experimento con agua. Dirigieron un chorro de agua sobre una cara de una hoja de poliestireno desde una altura de 0,2 m, lo que creó un flujo de radiación hacia el exterior a 2 m/s. Dirigieron un segundo chorro de agua hacia el otro lado de la hoja, esta vez de 0,02 m, y esto creó un flujo radial de 0,63 m/s. La turbulencia se produjo en la zona donde las dos corrientes y olas superficiales interactuaban. Las ondas superficiales se observaron que se movían desde el flujo rápido al flujo más lento, lo que demuestra que en esta simulación el momento de las olas se desplaza en la dirección prevista.
Hace unos días se produjo el lanzamiento de la sonda Akatsuki, que tal vez pueda arrojar luz sobre este asunto cuando llegue al planeta Venus en diciembre.
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!