Los ingenieros que trabajaban en la famosa catedral medieval de Florencia se sorprendieron al encontrar cientos de huellas de animales en las tejas centenarias.
El equipo estaba realizando trabajos de mantenimiento en las cuantiosas tejas de terracota que cubren los tejados y varias cúpulas de la catedral medieval de Santa Maria del Fiore.
Los expertos se disponen al proceso minucioso de mapearlos y catalogarlos uno por uno.
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“Encontramos cientos de huellas de animales tanto salvajes como domésticos, más concretamente perros y gatos, pájaros pequeños, algunos zorros o martas”, explicó Samuele Caciagli, arquitecto a cargo de los aspectos técnicos del mantenimiento de la catedral.
En lugar de animales intrépidos que escalan el edificio para caminar sobre el techo, parece que las criaturas caminaron por las terracotas cuando se hicieron originalmente.
Carlo Sacconi, del equipo técnico, dijo que las baldosas, que se fabricaron a principios del siglo XV en Impruneta, una pequeña ciudad italiana al sur de Florencia famosa por sus fábricas de baldosas de terracota, se pusieron a secar al aire libre antes de hornearlas.
Mientras la arcilla blanda se secaba, los animales domésticos y salvajes caminaron sobre las baldosas y dejaron sus huellas.
Cualquiera que quiera ver ejemplos de las tejas y las huellas no tiene que subirse al techo del edificio, simplemente puede visitar el museo de la catedral .
“Hay ocho moldes para los mosaicos, en dos formas diferentes, una es la clásica forma rectangular que se remonta a la época romana de Vitruvio”, explicó la encargada de la colección del museo, Rita Filardi.
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