Cientos de marcas de EE.UU ya se inscribieron en Cuba y no pasa nada

Publicado el 15 noviembre 2016 por Yusnaby Pérez @yusnaby

Según un reporte de prensa de la agencia Reuters, la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, ha confirmado que en lo que va de 2016 la isla ha recibido más de Mil solicitudes desde los EE.UU para registrar marcas y signos.

Esta cifra supera todos los períodos anteriores en los que obviamente no se experimentaban los efectos del deshielo entre Cuba y EE.UU impuesto por la administración del Presidente Obama.

Marcas tan conocidas como Netflix, Twitter, General Motors, Disney, Taco Bell, Uber, Chevron y Bank of América, entre muchas otras, se adelantaron a los pronósticos y esperan la oportunidad para desembarcar en la isla.

Una nota de la cancillería cubana destacó que más de 6 Mil marcas de los EE.UU ya están en los registros de Cuba.

Sin embargo las más emblemáticas, las que están en boca de los cubanos y que son símbolos del capitalismo de todos los tiempos, son las que han hecho la cola más larga. McDonald’s, la cadena de comida rápida más universal, se ha registrado desde 1985 y ha ido renovando su inscripción en cada período,  para mantenerse atentos a los cambios que al parecer no llegarían nunca,  y que se han presentado de momento en el nuevo escenario generado por la administración demócrata.

El costo de inscripción es de aproximadamente 1500 dólares y se acabara que en caso de que surja algún litigio o necesidad de asesoría legal, los precios  podrían ser mucho mayores.

Cuba es tierra virgen para todo este tipo de inscripciones. Todas estas empresas mundiales en su mayoría funcionan como grandes franquicias y ven grandes oportunidades en un lugar donde exactamente las franquicias no existen.

Los trabajadores por cuenta propia de la isla podrían alcanzar planos  superiores en medio de este río revuelto que deja sin ganancia a los inversores locales. Contradictoriamente los trabajadores por cuenta propia no tienen siquiera personalidad jurídica por lo que empoderarlas es tarea bien difícil.

Inscritos o no, registrados o no, la gente en el mundo sabe que no hay garantías por parte del gobierno, pero la mayoría prefiere correr el riesgo que quedarse fuera. A fin de cuentas no hay mal que dure 100 años aunque haya cuerpos que por más de 50 años lo resistan.

Con información de El Nuevo Herald y Cubanet.

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