En octubre de 2012 Disney dio la sorpresa por comprar Lucasfilm, la compañía de George Lucas propietaria de marcas como Star Wars o Indiana Jones, y como no, de la mítica LucasArts, creadores de los videojuegos de Star Wars y de prodigiosas aventuras gráficas como las sagas Monkey Island o Maniac Mansion, y unos meses después, Disney vuelve a ser noticia porque ha decidido cerrar LucasArts tras despedir a todos sus empleados, llegando el fin de una compañía fundada en 1982 y que desarrolló algunos de los juegos más carismáticos y divertidos de la historia.
El cierre desde un punto de vista empresarial no debería sorprendernos, pues ya sabíamos que su situación estaba en estudio y que la apuesta de Disney en el campo de los videojuegos está en los juegos de carácter social/online, algo que ya comprobamos cuando Disney hace poco cerró Junction Point tras el desarrollo de Epic Mickey 2 o anteriormente con los cierres de Propaganda Games y Black Rock. Por si alguien lo dudaba, Disney compró Lucasfilm por la licencia de Sta Wars, LucasArts tan solo era una carga que venía con “el paquete”.
Además, no hay que olvidar o negar que la actual LucasArts estaba a años luz de la LucasArts que todos tenemos en mente por Monkey Island, Sam&Max, Indiana Jones and the Fate of Atantis, Day of The Tentacle, Grim Fandango o Full Throttle, basta decir que para la historia quedará Star Wars Kinect y su patético I’m Han Solo como último videojuego de LucasArts, pero es que todo esto da igual, es imposible no sentirse triste ante esta noticia, sobre todo para todos los que disfrutamos de la época dorada de LucasArts.