BUENO:
Teniendo en cuenta el panorama televisivo español el hecho de que desaparezca un canal me sitúa en un punto medio entre la indiferencia y la alegría. Los canales de televisión generalistas me resultan tediosos, carentes de una programación de calidad, repetitivos, embrutecedores y una forma de control en manos del que paga. Es “vox populi” que aunque los periodistas de un medio de comunicación traten de hacer su trabajo libremente, al final tienen que doblegarse a la línea editorial del que paga.
Toda la pluraridad, mejora de calidad y avances tecnológicos que se prometían con la TDT (Televisón Digital Terrestre) se han quedado en nada. No hay subtítulos en lengua original, los contenidos de calidad están en plataformas de pago y hay menos canales de verdad que antes: ahora sólo hay: Telecinco (Mediaset), Antena3 (Atresmedia) y PoliticTV (TVE, CanalSur, Canal 9, TV3, ETB…en las que manda un partido –qué curioso sólo hay canales de TV de derechas-).
Las únicas tragedias que hay en este asunto son:
- El robo de dinero público que han realizado desde el gobierno valenciano con la mala gestión del ente público.
- La tragedia real de los cientos de personas que se van al paro. De la noche a la mañana, sin previo aviso, sin capacidad para planear la miseria del parado que se viene encima.
MALO:
Cientos de familias que de la noche a la mañana se quedan sin sustento. Buenos profesionales que a pesar de esforzarse, ven impotentes como tiran su talento por el desagüe. Personas a las que su formación, su capacidad y el trabajo bien hecho sólo les ha supuesto encontrar miseria. En este país es cuestión de tiempo encontrarse con un ladrón imbécil, pero con poder, que te arruina la vida.
MALO:
La mala gestión que se ha hecho del canal. Se supone que la gente de derecha es buena gestionando, pero creo que sólo son buenos en hacer trampas. Lo grave del eufemismo “mala gestión”, está en que el dinero de los impuestos con los que se ha presupuesetado Canal 9 durante años, habrá corrido por contratos abultados, proyectos fallidos que han costado dinero y alguna otra excusa contable para sangrar las arcas valencianas. En definitiva, haber usado Canal 9 para enriquecerse, mientras se le mataba.
BUENO:
El hecho de que haya un canal menos sólo le puede resultar mal negocio al Partido Popular de la Comunidad de Valencia, que pierde un púlpito desde el que soltar aburridas, repetitivas y mal medidas mentiras.
PEOR:
No obstante parece que el PP valenciano no ha sufrido mucho (como cuando se mata un cerdo, y se pone cara de afectación por el sufrimiento del animal, mientras se piensa en lo rico que están los chorizos que se van a sacar de ahí), lo cuál me hace pensar que en realidad se trata de una maniobra calculada en la que se deshacen de una televisión pública que venderán a algún grupo de amigotes. De este modo consiguen privatizarla, dejándola en manos amigas, para que aunque en algún momento de lucidez masiva de los valencianos dejen de votarles, puedan seguir controlando la opinión pública desde el nuevo Canal PP. Es decir, vuelta a empezar, pero habiendo usado el dinero público para enriquecer bolsillos privados.
Supongo que Telemadrid habrá puesto las barbas a remojar viendo lo bien se la están pelando -la barba, se entiende- en Valencia.