Se acabó el Ciclo de Conciertos del Auditorio y este frío domingo las Jornadas de Piano "Luis G. Iberni" con claros y algunas sombras, pero sobre todo luz y elegancia en muchas tardes, incluso gloriosas, poniendo el listón nuevamente muy alto, con un avance de la próxima que promete, aunque le dedicaremos otra entrada.
Lo ruso sigue siendo referencia y nada mejor para clausurar temporada que reunir intérpretes y obras de una tierra que en Asturias sentimos cercana, al menos en lo musical (lo climatológico parece que también).
El único guiño "no ruso" lo pondría el propio Trifonov con una versión del hermoso lied de SchubertAn Sylvia que hizo cantar el piano como si Bjoerling se hubiese reencarnado en las cuerdas. Delicia total que "obligó" al prodigio ruso a impactarnos con la "Danza Infernal" de El pájaro de fuego (Stravinsky) en arreglo del maestro italiano Guido Agosti, perfecto broche virtuosístico tomando la música de ballet rusa como enlace con la segunda parte, y manteniendo el sabor ruso que impregnó toda la velada.
Con Las estaciones, Op. 67 (Glazunov) volvió el concertino titular Alexei Bruni capitaneando la RNO que volvió a brillar al completo y en cada intervención de unos solistas que son oro puro, y un Pletnev al frente que con su peculiar dirección sacó de este ballet en colaboración con Marius Petipa de cinco movimientos que comienza con El invierno, el mismo que parece no querer abandonar Asturias, brillo, sensibilidad, colorido, texturas, lirismo y todos los calificativos que podamos imaginarnos. Las cuatro variaciones invernales volvieron a descubrir atriles como el trompa o la arpista. El verano y sus cinco partes dejaron un Vals de acacias y amapolas donde las fragancias fueron lanzadas en gotas por Pletnev. El otoño resultó la auténtica bacanal a la que el Petit Adagio siguiente daría un color ocre por toda la cuerda que suena rusa en cada momento, con el motivo más conocido realmente apoteósico para cerrar el ciclo anual, composición y temporada. La orquesta está en un nivel que nos hizo quitar el mal sabor de boca inglés.