Rostros lejanos
Desaparecieron, como tantas otras cosas. La noche se degeneró, como se ha degenerado la calidad de vida. Se cerraron, como nuestras casas a la calle. Se quedaron vacíos, como nuestras fuerzas. A medida que caían las persianas de los bares de una generación, se derrumbaban también las conquistas sociales, con leyes lenta pero progresivamente más insolidarias, dictatoriales; neoliberales, en suma.