Los que lloren ante la medida podrán ser imputados por atentado a la autoridad
Cifuentes, Gallardón y un admirador
Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno en Madrid, ha anunciado que durante las próximas cabalgatas de los Reyes Magos la policía tiene instrucciones de identificar y multar a los niños que recojan caramelos sin el preceptivo permiso de la Delegación que dirige. “En realidad”, ha aclarado la delegada, “no se trata de una multa, sino de una sanción administrativa que podrán recurrir si disponen de los 300 euros para las nuevas tasas judiciales”.
La medida ha sentado muy mal entre los pequeños, que ya se están organizando para organizar berrinches y pataletas colectivos en Sol, lo que también ha puesto sobre alerta a los comerciantes de la zona, que aseguran que “una cosa eran los jipis del 15-M, que al menos compraban cerveza, y otra son 3.000 niños llorando a la vez y sin gastar”. Como medida preventiva, Cifuentes ha propuesta al Gobierno un decreto ley para que llorar ante la presencia de las Fuerzas del Orden o como medida de protesta política sea considerado atentado a la autoridad. “Puede que haya que rebajar la edad penal a 3 años“, ha apuntado el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, “pero de todos modos ya lo tenía previsto”.
Solo en barrios popularesEn cualquier caso y para calmar los ánimos de la gente de bien, Cristina Cifuentes también ha adelantado a este medio que la medida solo será de aplicación en barrios populares “como Lavapiés y otros sitios de esos”, porque los niños de barrios caros están bien educados.