Si partimos de la base de que en este país el consumo de vino se centra en el tinto, que en segundo lugar y de forma estacional se encontraría el blanco (pensemos que el blanco va más con el verano) y que el vino rosado por norma general es, aparte del “patito feo” del mercado, el menos valorado estarán conmigo en que la propuesta de Bodega Hiriart de mantener en el mercado 3 tipos de rosados distintos tiene valor, mucho valor.
Pero vayamos por partes y vayamos desgranando dónde está, quienes son, qué uvas y viñas trabajan, de qué edad y qué vinos elaboran en Hiriart, porque he de reconocer que el nombre de la bodega no es muy castellano que digamos.
La bodega construida en 1750 en Cigales (Valladollid) pertenece a la familia Hiriart cuyos antepasados fueron comerciantes de lana emparentados con familias con tradición vinícola de la zona de Burdeos que aportaron los conocimientos de viticultura y enología necesarios para el cultivo de la vid y la elaboración del vino.
Cuenta en la actualidad con 42 ha. de viñedo de entre 25 y 85 años de edad y situado entre los 710 y 790 m. sobre el nivel del mar. Las variedades son la tinta del país, la garnacha y la verdejo, terna que se utiliza para la elaboración de los rosados de viñas plantadas antes de 1960, mientras que para la elaboración de los tintos se nutren de viñas plantadas entre 1941 y 1980.
Lamentablemente no he podido catar todos sus vinos puesto que el Rosado fermentado en barrica no llegó a mis manos ya que al parecer estaba agotado, pero si lo consigo añadiré la información al post.
Bueno y una vez hechas las presentaciones podemos pasar a “conocerlos” mejor.
1.- Hiriart Roble 2011.
100% tinta del país. 14,2%
Crianza en roble francés, americano y centroeuropeo durante 4 meses.
Cata:
Bonito color picota de capa media con menisco carmesí. Lágrima fina y densa. Limpio y brillante.
Aromas de fruta roja con ligeros verdores que no molestan. Apuntes de mentolados y ligeros tostados. Notas de chocolate, caco, sutiles minerales y regaliz.
Boca con buena acidez y ataque. Tanino goloso y envolvente. Ligeramente astringente pero con buena estructura. De buen recorrido e intensidad y una retronasal marcada por las notas frutales. Buen equilibrio entre acidez y alcohol.
2.- Hiriart Crianza 2009.
100% tempranillo. 13,5%
Crianza durante 14 meses en barricas de roble francés, americano y centroeuropeo nuevas.
Cata:
De color picota de capa media-baja con menisco carmesí. Limpio y brillante. Lágrima fina y densa.
Aromas de fruta roja con notas de crianza. Apuntes de regaliz, ligeros verdores, tostados, vainilla y canela. Notas de laurel, sutiles ahumados y balsámicos. Aromas de nuez moscada y monte bajo (tomillo).
En boca muestra una correcta acidez. Sedoso, no agresivo y con una madera bien integrada dejando un ligero amargor final. Retronasal marcada por las notas de fruta y de crianza acompañadas de un ligero verdor. De mediana intensidad y recorrido.
3.- Hiriart rosado Élite 2012
Tinta del país, garnacha y verdejo. 13,5%. Uvas provenientes de las viñas más viejas.
Elaborado con mosto lágrima y maceración pre-fermentativa.
Cata:
Intenso color frambuesa con ribete azulado. Limpio y brillante. Muy atractivo.
En nariz despliega aromas de fruta roja, regaliz, apuntes herbáceos y ligeros cítricos y notas de heno. Complejo.
En boca tiene buena acidez, es goloso y untuosos. Retronasal marcada por las notas de fruta roja y los apuntes cítricos que lo hacen fresco. Ligero amargor final elegante que incita a seguir disfrutando con el vino. De buen recorrido e intensidad.
4.- Hiriart rosado lágrima 2012
Tinta del país, garnacha y verdejo. 13,5%
Elaborado con mosto lágrima y maceración pre-fermentativa.
Cata:
Bonito e intenso color frambuesa con menisco azulado. Limpio y brillante.
En nariz despliegue de aromas de fruta roja y ese punto herbáceo que le da frescor.
Boca fresca. Buena acidez y una retro marcada por las frutas rojas. Más ligero que el Élite, pero disfrutable.
Conclusiones:
Tanto los vinos como los rosados son vinos muy difrutables y en una gama de precios realmente interesante. Si he de decantarme por alguno de ellos en tintos, Hiriart roble se mostró más intenso en nariz y con más recorrido en boca que Hiriart crianza aunque este útlimo, como no podía ser menos, se muestra más elgante, y en rosados su Élite se muestra sencillo y destinado al pleno disfrute, sin defectos y muy agradable. Para hacer amigos, vaya.
Leyendo una de las últimas aportaciones de Víctor de la Serna en www.elmundovino.com pienso en que este tipo de vinos son aquellos que entran en una gama de precios que pueden favorecer el acercamiento de los jóvenes al mundo del vino y por ello tomo prestadas sus palabras para cerrar este post:
“Cuando hay que reconstruir desde cero, o casi, se hace con sencillez y de forma práctica: “Esta es una copa de vino fresquito y del año, con sabor a fruta. Pruébala con un poco de queso o de este embutido, y verás lo bueno que está”. Eso es lo que se debería estar diciendo a los jóvenes universitarios y no se hace. Si se hiciese, luego llegarían los pasos siguientes a medida que cada uno se familiarizase con el vino y empezase a tener sus preferencias. Crece la curiosidad y crece el conocimiento cuando se hacen las cosas bien. Por los cimientos, no por el tejado.“
Salud y buen vino.