El cilantro es, junto con la albahaca, mi hierba aromática preferida. También se lo conoce como coriandro, perejil chino o culantro. Es originario del norte África y del sur de Europa, sin embargo su uso está mucho más extendido por los continentes asiático y sudamericano. Es una planta anual de la que se pueden emplear todas sus partes para cocinar. Normalmente se usan las hojas, pero en Tailandia, por ejemplo, es muy frecuente el uso de la raíz para los currys. Y en muchas partes del mundo se emplean sus semillas, que se tuestan y se muelen y aportan un sabor cítrico realmente interesante.
En España, mucha gente no lo soporta, dado que su sabor es mucho más intenso que el perejil y ciertamente hay que cogerle el punto. Además, no estamos acostumbrados a cocinar con cilantro. Yo, como canario, estoy muy acostumbrado a su aroma, ya que el famoso mojo verde se prepara él. Hay que darle una oportunidad dado que es el condimento ideal para acabar muchas recetas.
Un guacamole sin cilantro es imposible de concebir, al igual que un ceviche o un curry tailandés no es lo mismo sin él.
Para poder plantarlo en casa sólo necesitáis luz natural y una macetita con turba. Si no encontráis semillas, podéis comprar cilantro en grano, que se vende como especia en los supermercados, que es lo mismo. Lo plantáis y veréis que al cabo de unos días comenzarán a brotar los plantoncitos.
Si quieres comenzar a usarlo, mira las recetas que tengo con cilantro: Recetas con cilantro.
Y tu, ¿dónde empleas el cilantro?