Terry Pratchett era conocido sobre todo por su saga Mundodisco, donde presentaba un mundo medieval que luego iba evoluacionando gracias a los inventos y la tecnología (Cartas en el asunto o A todo vapor ya muestran la Revolución Industrial).
En esta saga presenta la ciudad de Ankh-Morpork, corrupta y podrida, en la que se mezclan toda clase de razas (enanos, trolls, elfos, licántropos, etc.) y de clases (asesinos, magos, ladrones, brujas, etc). Está gobernada por la férrea mano del Patricio.
También escribió otras obras de corte fantástico, como La trilogía de los gnomos, Buenos Presagios (con Neil Gaiman, cuya reseña podéis encontrar aquí), Nación, etc.
El conjunto de la vida es como ver una película. Solo es como si siempre llegases diez minutos después de que empezara y nadie te contase el argumento, así que tienes que averiguarlo a través de las pistas.
La principal aportación de Terry Pratchett a la literatura fantástica fue recuperar las convenciones del género y pasarlas por una fina capa de ironía, con la que criticaba el mundo que nos rodea. En sus libros podemos reconocer muchas influencias de la cultura popular, pero también leyendas de la India e incluso homenajes a Chéjov.
Asimismo, nos legó personajes inolvidables, como Yaya Ceravieja, Tata Ogg, los Pequeños Hombres Libres o la Muerte, que siempre hablaba en mayúsculas.
Esperamos que se encuentre en un lugar mejor y que sepa que nunca dejaremos de leerle.