Cinco bares y restaurantes centenarios que siguen rejuveneciendo en el Raval

Por Baco Y Boca @BacoyBoca

El barrio barcelonés conserva establecimientos únicos, desde el Bar Marsella, con más de 200 años de historia, a la modernista Casa Almirall, entre otros 

El Raval está de moda. Es un barrio que, pese a todo, sigue siendo elegido por emprendedores para ubicar bares y restaurantes de fama mundial, como el Two Schmucks (Joaquim Costa, 52), uno de los mejores bares del mundo, según The World’s 50 Best Bar.

Pero el Raval, también guarda otros tesoros en su nutrido, diverso y multicultural tejido comercial. Porque, a pesar de la apertura de nuevos negocios, y a pesar del aumento desorbitado de los precios de los alquileres, todavía permanecen estoicos bares y restaurantes centenarios, muchos de ellos regentados por sagas familiares. Comercios emblemáticos, históricos y singulares que mantienen vivo el recuerdo de un tiempo pasado, que forman parte de la historia de Barcelona, y que merecen una o más de una visita. 

El bar más antiguo de Barcelona

Con más de 200 años de historia, el Bar Marsella (C/ Sant Pau 65) es toda una institución en el barrio y en el país, no en vano, data de 1820. Un establecimiento que ha sobrevivido a la Barcelona bohemia, a una Guerra Civil y al franquismo, e incluso, a la transformación del barrio, y todo, sin perder ni una brizna de su esencia. 

El bar Marsella, intacto desde su apertura hace más de 200 años.

El Marsella, que vivió su peor época cuando en 2013 el propietario del local lo quiso vender –gracias a la movilización de los vecinos, el Ayuntamiento compró el inmueble y se mantuvo abierto el negocio–, permanece intacto al paso del tiempo desde 1820. Hoy en día, todo el mundo quiere tomar una copa o un chupito del mítico absenta en el mismo lugar donde lo hicieron antes Picasso, Salvador Dalí o Ernest Hemingway. Y lo hacen, además, bajo el mismo techo y paredes que José Lamiel –tercera generación tras la barra del Marsella– conserva sin actualizar. Y, quizás, aquí radica también parte de su encanto. 

Un bar modernista

El Raval también alberga otro de los bares modernistas más famosos del mundo: Casa Almirall. Ubicado en la calle Joaquim Costa 33, el Almirall sirve bebidas espirituosas desde 1860, también la famosa absenta, tan pedida por los artistas bohemios. Tanto su entrada como su interior conservan vestigios de aquel pasado, como el enorme mostrador de mármol donde reposa la escultura de hierro forjado de la musa de la Exposición Universal de 1888, o el imponente mostrador de madera ornamentada donde se almacenan botellas antiquísimas.

El mostrador del Almirall y su famosa estatua de la Exposición de Barcelona de 1888.

Actualmente, sigue siendo un local frecuentado por barceloneses, manteniendo vivo el espíritu rompedor. 

El Bar Resolís y el Mendizábal, el único con una barra en la calle

Las actualizaciones del Bar Resolís han conservados detalles de su pasado.

Algo más joven, “solo” tiene 131 años de historia, el Bar Resolís (C/Riera Baixa, 22), una casa de comidas fundada en 1893 por Pere Giralt como bodega, se hizo famoso más recientemente por ser el escenario de un anuncio de una famosa cerveza. El local mantiene la magia de su pasado y ofrece un rincón con mucho encanto para tomar tapas y platos de cocina casera y moderna. 

No llega al siglo de vida, pero poco le falta al Bar Mendizábal, El Mendi. Ubicado en la esquina entre Junta de Comerç y Hospital, es uno de los pocos bares de la ciudad que todavía conserva la mítica barra que da directamente a la calle. Un rasgo que atrae a vecinos y curiosos, pero sobre todo, a los que saben que en el Mendi hacen y sirven unos bocadillos de vicio.

La barra “callejera” del Mendizábal.

Fundado en los años treinta del siglo pasado como horchatería, también se enorgullece de ser uno de los pocos bares del Raval con terraza, situada en la plazoleta Canonge Colom, una de las principales arterias del barrio.

Y otro centenario, el Bar Roso, en la calle San Vicenç, 13, contribuye a mantener el “tapeo de toda la vida” en el barrio. Abierto en 1916, se mantiene como local acogedor, casa de conversaciones amistosas y “patria del carajillo”. 

Comercios de Km0

Muchos de estos bares y restaurantes están bajo el paraguas del Eix Comercial del Raval, entidad que reúne negocios puestos en marcha por emprendedores o por sagas familiares que mantienen vivo el comercio local y de barrio.

“En el Raval, los bares y comercios ‘hacemos barrio’, son negocios Km0, que aportan vida y diversidad, porque todos los locales son únicos, con personalidad. No tenemos franquicias ni multinacionales. Somos un barrio donde apostamos por la autenticidad, pero, sobre todo, somos vecinos de planta 0”, subrayan desde el Eix Comercial del Raval