Cinco cosas que deberías saber sobre los homosexuales

Publicado el 29 abril 2015 por Alba Chaparro @Alba_Chaparro

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha emitido una sentencia en la que permite excluir a los homosexuales de las donaciones de sangre por el "alto riesgo" que presentan de contraer enfermedades infecciosas. Esta decisión tan reaccionaria casi coincide con una noticia del pasado fin de semana: agresión homófoba a cuatro jóvenes en plena Gran Vía de Madrid.

Dicen que la Historia es cíclica, será por eso que los derechos sociales que ha ido alcanzando el colectivo LGTB cada vez son más exiguos. Es por eso que me gustaría aclarar varios puntos.

1. La homosexualidad NO es una enfermedad, sino pura biología. De hecho, hay constancia de conductas homosexuales en más de 1.500 especies de animales, como el león, el cisne, el elefante o el caballito de mar. Querer satanizar las prácticas homosexuales es algo tan retrógrado como creer que la inteligencia radica en el color de la piel.

2. Los homosexuales no son unos perturbados ni unos invertidos. Un perturbado es un pederasta, un maltratador o un violador, no una persona que decide mantener relaciones sexuales consentidas con una persona de su mismo sexo. De hecho, a lo mejor es más perturbado quien teniendo pulsiones sexuales decide reprimirlas durante el resto de su vida, porque eso sí es ir "contra natura".

3. Los homosexuales no son "población de alto riesgo" en la transmisión de enfermedades infecciosas. Lo fueron, sí que lo fueron, en la misma época en la que el Vaticano seguía empeñado en declarar que el uso del preservativo era pecado ( la Iglesia aprobó el uso del condón en el año 2010), en la misma época en que los profilácticos se usaban exclusivamente como anticonceptivos porque ni heterosexuales ni homosexuales tenían información sobre las enfermedades venéreas. A día de hoy, las advertencias respecto al riesgo de infección tienen el mismo alcance para ambos colectivos.

4. Los homosexuales no son más promiscuos que los heterosexuales. Eso va con la persona. Todos podemos ser más o menos lascivos en un momento dado, y eso no significa que lo seamos siempre y eso no significa que todos los de nuestra misma condición sexual lo sean. La libido y la moralidad conyugal son conceptos que dependen de cada uno, por lo que es imposible generalizar, igual que no todas las mujeres son unas putas y no todos los hombres son unos cerdos.

5. A los homosexuales no les gustan TODAS las personas de su mismo sexo. Hay cantidad de heterosexuales que hace años no comparten cama, lo que en la jerga coloquial sería algo así como que "no les tocan ni con un puntero láser". Pues bien, si con la gente del sexo opuesto no follan ni pagando, con la gente del mismo sexo pasa exactamente lo mismo. No olvidemos que homosexualidad no tiene nada que ver con mal gusto.