Es increíble, si, lo sabemos, pero es la cruda realidad. No se la ha visto paseando por New York mostrando un pearcing clitoriano, ni un vestido fabricado con carne del matadero de San José. ¿Que ocurrirá? ¿Acaso la diva rubia sufrirá un ataque de estrés? ¿Y si en esa dimisión se ha ido algo más?
Que vuelva como Joe Calderone o como Pepe Gotera pero que vuelva, hay días que uno prefiere ver a Lady Gaga de mañana a madrugada que aguantar el coñazo electoral nacional. Vuelve, aunque sea para irte un ratito.