Cinco hombres en mi cama

Publicado el 04 enero 2013 por Bebloggera @bebloggera
Por La Churro desde Chile

Muchas personas dicen "si no llueve, gotea". Para mí, si no hay sequía es una lluvia torrencial. Pasé de estar sola, solísima, en la soledad absoluta, forever alone, a estar acechada por una manada de hombres que revolucionan mis hormonas… y algunos también mi corazón.
No quería estar sola porque no sabía hacerlo, por eso no hace mucho les escribí sobre lo que es aprender este proceso. Aunque no lo quería lo asumir, aprendí a disfrutar de ese estado que me ha entregado un gran crecimiento personal. Quería quedarme así, trabajando mucho, bailando, diseñando, escribiendo, meditando, pero de súbito entran/vuelven no solo uno, sino que cinco hombres a mi vida y no sé qué hacer con ellos.
Mi mejor amigo, aquel que me deleitó con el orgasmo más dulce me acaba de invitar a pasar una semana en la playa juntos. Él me quiere, me cuida, me protege y, además, me da placer. Hoy me habla de que soy perfecta, ideal para él, dice que podríamos tener una relación… y se me aprieta la guata. No puedo decirle no.
El Chico del Súper, aquel con quien ya no quiero acostarme, me sigue buscando. Pero a pesar que nuestras jornadas en la cama no son un deleite, es de aquellas personas con quien gozo conversando, hace que tenga ganas de hacer cosas, de atreverme en la vida. Es guapo, muy inteligente, un gran hombre. No me doy cuenta cómo pasa el tiempo cuando estamos horas compartiendo un mate, conversando y riendo. No puedo decirle no.
Hace poco conocí a otro hombre o, más bien, a un niño. Tiene solo un par de años menos que yo pero me deleita su inmadurez, esa inocencia de creer que él puede cambiar al mundo y hacerlo mejor para todos. En la cama parece ser muy experimentado, pero solo es un niño curioso, deseoso de aprender más, se preocupa tan solo de mí, de lo que siente cada célula de mi piel sin importar si él tiene o no un orgasmo. Me hace el amor con la mezcla exacta de un niño y un hombre y no se imaginan cuánto placer me hace sentir. Cuando no lo veo o no hablamos he llegado a extrañarlo. No puedo decirle no.
Encontré en el fondo de mi closet una bufanda de Mi Conejo y aun tenía un dejo de su olor, justo allí se abrió una Caja de Pandora que contenía los recuerdos de nuestra relación. No les he hablado mucho de él, pero ha sido el amor más intenso y apasionado que he tenido. Le dije "te amo" tan solo a una semana de conocernos y creo que no me equivoqué. Ha sido la vez que lo he dicho de manera más real y honesta. No me aguanté la tentación y le escribí. Dice que aún me quiere y que me extraña. Quiere volver a hacer el amor conmigo, con mis labios rojos y tan solo mis botas puestas como era su fetiche. A veces siento que no he dejado de amarlo y solo escondí ese sentimiento en el fondo del closet al lado de su bufanda. Le pedí que viniera a verme y prometió viajar. No puedo decirle no.
De Mi Viejo ya les  he hablado bastante. Debo admitir que aun lo extraño. Nadie nunca me ha acariciado como él. Necesito esas conversaciones mientras nos abrazábamos desnudos, esos consejos de viejo que me hacían ser mejor persona, esa sabiduría que lograba separar a la niña de la mujer y dejaba cada sentimiento y pensamiento en el lugar en que debían estar. Él se preocupó de mi integridad como nunca nadie lo ha hecho, además es el que más cree en mis artes, lo que necesito enormemente para seguir en ellas. Hace poco volvimos a hablar y le ofrecí mi amistad y apoyo, en estos minutos lo necesita mucho pero, ese abrazo amistoso siempre termina en días enteros en su cama. No puedo decirle no.
Quiero un poco de todos ellos, los quiero a todos... pero algo me dice que no debo. Siento que estoy a medio camino en esta etapa de crecimiento a través de estar conmigo misma por eso, he disfrutado del sexo pero no quiero que mi corazón empiece a latir, no estoy preparada aún. Cada uno de ellos tiene algo especial que me hace dudar, me hace necesitarlo, provoca que se eleve una pequeña mariposa en mi panza. Son como las piezas de un rompecabezas, los necesito a todos a la vez para sentirme completa, pero no quiero dañar a ninguno de ellos y tampoco creo que es lo correcto armar a un hombre ideal con trozos de cinco personas diferentes. No quiero convertirme en un "cariño malo", quiero hacer lo correcto para ellos y para mí.  El problema es que no puedo decirle no a ninguno, no sédecirle no a ninguno, no quiero decirle no a ninguno… estoy confundida.