En su presentación en Madrid, Natalia Millán ha cosechado unas magníficas críticas, y yo me sumo al aplauso general. Cualquier actriz que se atreva a subirse a un escenario a llenarlo sola, sin otro arma que su palabra, durante hora y media, merece respeto y reconocimiento. Pero cuando se hace, además, con la calidad, con la intensidad, con la convicción y verdad con la que lo hace Natalia merece además una ovación. La actriz transita por las emociones de su personaje, colorea las escenas con el tono preciso y hace de su personaje una mujer de carne y hueso, cercana y reconocible. Por momentos creía que era mi madre la que hablaba... Desde ese incontestable vacío en que queda la viuda hasta esa desgarrada confesión final, Natalia Millán es un imán para el espectador; algo que sólo las grandes actrices -y ella lo es, lo he vuelto a confirmar- son capaces de conseguir. No me extraña que algún empleado del Reina Victoria quiera que se quede encerrada en el teatro... Pero esa es otra historia que ya contaré algún día.
En su presentación en Madrid, Natalia Millán ha cosechado unas magníficas críticas, y yo me sumo al aplauso general. Cualquier actriz que se atreva a subirse a un escenario a llenarlo sola, sin otro arma que su palabra, durante hora y media, merece respeto y reconocimiento. Pero cuando se hace, además, con la calidad, con la intensidad, con la convicción y verdad con la que lo hace Natalia merece además una ovación. La actriz transita por las emociones de su personaje, colorea las escenas con el tono preciso y hace de su personaje una mujer de carne y hueso, cercana y reconocible. Por momentos creía que era mi madre la que hablaba... Desde ese incontestable vacío en que queda la viuda hasta esa desgarrada confesión final, Natalia Millán es un imán para el espectador; algo que sólo las grandes actrices -y ella lo es, lo he vuelto a confirmar- son capaces de conseguir. No me extraña que algún empleado del Reina Victoria quiera que se quede encerrada en el teatro... Pero esa es otra historia que ya contaré algún día.