La novela transcurre durante las cinco horas que la viuda de Mario, Carmen, vela su cadáver la noche anterior a su entierro. El monólogo de Carmen, convertido en conversación con un solo dialogante, nos muestra las diferencias abismales entre ambos, que habiendo tenido cinco hijos en común, no tienen ninguna otra cosa que los una.
Ella es una mujer del franquismo, ama de casa vocacional, inculta y simple, que no ve más allá de lo elemental y cuyas aspiraciones no son otras que las de mantener un estatus social de clase media de provincias, con sus obras de caridad, para lo que es fundamental unas clases bien diferenciadas. Mario, es todo lo contrario, profesor de instituto, con cátedra por oposición, preocupado por la situación social y política de su entorno y despreocupado de su familia y sus ingresos.
Nadie puede explicarse cómo llegaron a casarse, pero esto pasa con cierta frecuencia, pues a lo largo del soliloquio el autor nos va describiendo las dos españas por medio de una mujer impulsiva conformista y muy sensual y “marchosa”, y el tranquilo, insobornable, antisocial, seco y bastante comedido en el sexo, que no cumple, ni de lejos, las expectativas de ella. La novela es de lo mejor de Delibes, y es valiente en una época en que las valentías se pagaban caro. La recomiendo como un clásico de nuestra literatura.
Remitido por Pucho Méndez.