cinco minutos y cuarenta y cuatro segundos

Por Equipo Edc - Mary González @EDCorredoras

   5 minutos y 44 segundos es el tiempo que Gabrielle Andersen tardó en correr los últimos 400 metros que la llevarían a cruzar meta de la Maratón. Fue la número 37 de 44 corredoras.  Era una carrera, en la que si no recuerdo mal, he leído que habían tres o cuatro avituallamientos en toda la carrera, hoy impensable!!! Además, pasó de largo uno de ellos!!! Una verdadera prueba de superviviencia teniendo en cuenta que hacía 32º de temperatura y 96º de humedad. Pero llegó y cruzó. Al borde del colapso. Con medio cuerpo a rastras por culpa de los calambres. Proeza? Locura?

   La historia de los Juegos Olímpicos está llena de proezas y gestas, a veces, muy arriesgadas.  En ocasiones ponemos en riesgo nuestra salud por alcanzar lo que a priori parece tan solo un reto deportivo. Para el deportista profesional, abandonar una carrera significa perder patrocinadores, o la clasificación para otras carreras, o peor aún, significa renunciar a aquello que llevas preparando un año… dos… o toda una vida, con sacrificio, horas de esfuerzo, restricciones, e incluso inversión económica. El deporte se convierte en el epicentro de tu vida, y de repente, a pocos metros de la meta, todo se nubla, se pone borroso, has de parar… pero no puedes… algo sobrenatural te invade, no sabes muy bien qué es, pero te empuja a seguir, a cometer locuras… y cuando cruzas…

   Preparar carreras, tanto las mías a nivel profesional como la de las corredoras populares junto a mi entrenador, requiere de compromiso en el entrenamiento, cada uno con su nivel de dedicación, claro está.  Ese compromiso es el que nos lleva a superarnos en cada prueba que disputamos, incluso cuando las condiciones no son las ideales. La tenacidad heredada en cada uno de esos entrenamientos es la que nos impulsa a querer avanzar pese a las dificultades.  Sin embargo, pese al esfuerzo y el sacrificio, hay veces que no logramos alcanzar aquello que nos habíamos propuesto, incluso a veces, no conseguiremos cruzar la meta.  Son en esos momentos en los que no debemos perder de vista el verdadero objetivo de nuestra actividad: disfrutar corriendo!  El mundo no se acaba si no cruzas la meta de la Media Maratón de rigor, ni tan si quiera si no acabas la tirada larga de los domingos.

   Recuerdo en alguna entrevista que he leído de Gabrielle, en la que decía que de haber sido otra carrera, no hubiese dudado en abandonar. Pero los JJOO de 1984 fueron únicos y marcaron un antes y un después en el atletismo.  Se disputó por primera vez la prueba de maratón femenina en contra de todos los expertos, médicos y otros sanitarios, ya que consideraban que esta distancia era excesiva para una mujer y que podía incluso afectar a su futura maternidad… cuánto hemos corrido desde entonces…  La suiza Gabrielle Andersen-Scheiss se convirtió en un símbolo de todo el olimpismo entrando completamente deshidratada al Memorial Coliseum de Los Ángeles.  Su proeza, a partir de entonces, sería recordada para siempre como ejemplo de tenacidad competitiva, a pesar de las duras y dramáticas imágenes que enseñó ese día al mundo entero.

   Aunque parezca increíble, apareció recuperada al día siguiente! Gaby Andersen se había deshidratado hasta el punto de perder las facultades coordinativas y el sentido de la orientación.  Tratada con suero nada más cruzar la meta, al día siguiente era una persona recuperada y aturdida por el revuelo mundial que su actuación había desatado.

   La proeza de Gabrielle, a pesar del dramatismo, no hizo más que reforzar la imagen de la mujer deportista, comprometida, luchadora y sufridora.  Sin llegar a ese extremo, por supuesto, nuestra felicidad al superarnos corriendo también reivindica esa imagen.  Ese es mi compromiso y el que intento transmitir a nuestras corredoras: compromiso, esfuerzo y felicidad.  Y el verdadero reto está en  ponerse en la línea de salida manteniendo firme ese compromiso, porque la superación no radica en el resultado, si no en cómo lo has conseguido para sentirte plenamente realizada.

 Vendrán mil carreras más, y otros tantos entrenos. Corres para ser feliz, qué gran objetivo!!! y que gran logro conseguirlo!!

Si quieres ver el vídeo de su llegada clica sobre la imagen