En Costa Rica la gente consume más tiempo de su día en Internet (4,42 horas en promedio) que en ver televisión (3 horas), escuchar radio (2,5 horas) o leer periódicos y revistas (1,3 horas).
En el 2011 un estudio de McKinsey para Latinoamérica reveló que aquellas pequeñas y medianas empresas (Pymes) que invirtieron un 30% de su presupuesto en tecnología crecieron nueve veces más rápido que las que destinaron solo un 10%.
Francisco Forero, gerente de ventas de Google para Centroamérica y el Caribe, destaca que para lograr ese impacto sustancial, o dramático, en su crecimiento, hay ciertas áreas hacia las que debe canalizar su inversión tecnológica.
1. La base es lograr una presencia decente en Internet. “No se trata de pasar el catálogo de papel a online”, señaló el experto. Debe preguntarse cuál es el valor para su cliente de que su empresa o producto esté ahí.
De acuerdo al estudio citado, en varios países de América Latina menos del 50% de las Pymes usa la web como un canal de ventas. Esto implica que las pymes de la región están dejando sobre la mesa $2.000 millones por no tener una presencia adecuada en la web, según la consultora.
Es importante destacar que el uso de Internet como canal de ventas no se refiere exclusivamente al comercio online (una pagína con el carrito de compras), sino a todos los esfuerzos por posicionarse en la red.
Lo anterior adquiere más relevancia cuando se observa que en Costa Rica la gente consume más tiempo de su día en Internet (4,42 horas en promedio) que en ver televisión (3 horas), escuchar radio (2,5 horas) o leer periódicos y revistas impresos (1,3 horas).
Con todas las opciones que existen para facilitar la creación de una página web, incluso gratuitas, no hay excusa para que una pyme no esté en Internet,recalcó Forero. Google Sites, agregó, es una de ellas.
2. Háblele a los clientes en el momento correcto. Identifique los momentos mágicos en los que debe estar disponible para su cliente y lo que éste qué querrá saber.
3. Optimice su presencia para verdaderamente contestarle al cliente y lograr una comunicación de dos vías.
4. Mida lo que hace. Forero explica que la ecuación de valor económico de la inversión será determinada por la suma de las macroconversiones (las compras) más las microconversiones (el resto de lo que se ofrece al usuario y que el cliente valora).
Este es por lo general un punto débil para las pymes. El experto de Google destaca que no se debe atribuir toda la importancia al último click, el de la compra, lo que debe buscar es agregar valor. Y solo midiéndolo podrá reconocer el impacto de la información y herramientas que esté facilitando al cliente.
Existen múltiples herramientas gratuitas, incluyendo Google Analytics, que le permiten medir más allá de las compras: cuántas personas visitan su sitio web, qué información buscan y cuánto tiempo invierten allí, entre otras variables.
5. Siga la tendencia móvil. “El consumidor no está donde estaba antes”. Si ya está en Internet, trabaje por su presencia en los móviles. En un país como Costa Rica, donde la penetración móvil sobrepasa el 100%, es algo que hay que considerar.
Lo que se está observando en general es que cuando se realiza una búsqueda móvil la persona está mucho más cerca de tomar una decisión de compra y actúa normalmente en las siguientes 48 horas, dijo el experto.
La importancia de que su página sea compatible con dispositivos móviles o de llegar a desarrollar una aplicación especial es más evidente para algunas industrias como la de resturantes. Por ejemplo, Google ha identificado que entre las 11:30am y las 12md se disparan las búsquedas en el país, lo que se asocia, entre otras cosas, a personas buscando dónde almorzar.
Para Forero, el Internet se convirtió en Prime Time cuando ningún otro medio lo es, en el horario de las 11:30am.
Los otros momentos en que las búsquedas móviles se disparan corresponden al período entre las 6am y 8am, y después de las 5pm.
Forero asegura que estos aspectos, en conjunto con otros servicios como las aplicaciones en la nube, son la razón por la cual el Internet puede ser un nivelador del campo de juego de las pymes, quienes compiten ya no solo a nivel local, sino global.