Cincodays Bonus…por César del Campo de Acuña
La importancia de sentirse como en casa
El viajar es un placer, que nos suele suceder rezaba la atemporal e inmortal canción infantil de En el auto de papa, pero a menos que el nivel de sus emolumentos roce la indecencia, se pasen de la ceca a la meca todos los días por motivos laborales o cuenten como viaje los desplazamientos de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, siendo estos últimos francamente placenteros, dudo mucho que el hecho de viajar les suela suceder. Viajar por negocios es caro, viajar por placer lo es aun más y el hecho de planificar una escapadita en la que paladear eso a lo que algunos llaman vida se termina convirtiendo en una intrincada estrategia tan extraordinariamente bien planificada que hace palidecer de envidia a las misiones concebidas por el alto mando militar cuando se disponen a desperdigar a sus fuerzas especiales por un lugar dejado de la mano de Dios. Programamos con tanta antelación los viajes placenteros que más allá de matar la espontaneidad y el romanticismo de la aventura llegamos incluso a olvidarnos de ellos y si no fuera por esos benditos castigos tormentosos que son las agendas de los teléfonos móviles, ese viajecito a La Isla de Pascua que tanto llevábamos queriendo hacer se nos abría pasado y luego trata de explicar el agujerazo en la cuenta bancaria cuando te cobren un vuelo que no has tomado y la estancia en un hotel que no has pisado.
Por que esa es otra…Los hoteles, los dichosos hoteles. Que ustedes reservan con tanto tiempo ese 4 estrellas tan cuco y cuando finalmente llegan a destino les han bajado 2 estrellas de golpe y en lugar de encontrarse con el Resort Pearl Beach con todo incluido se dan de bruces contra La Pensión Angustias hogar del sálvese quien pueda a la hora del desayuno. Añadan a esta posible contingencia la mentira descarada que el panfleto de la agencia de viajes les contaba cuando afirmaba de manera impresa que el hotel se encuentra cerca de interesantes lugares turísticos y lujosos centros comerciales lo cual es hasta cierto punto así si ustedes son campeones de maratón. En fin, que si llegan lo mejor que pueden hacer es quedarse allí, gastar en las tiendas del hotel, comer en los restaurantes del hotel y pasearse por los jardines del hotel, ya que a sí cuando regresen ahorran mucho en saliva al contar que lo que han visto es un hotel. Evidentemente, todo esto que les cuento es una reducción al absurdo de lo que es hoy en día en muchas ocasiones es el turismo y los viajes. Personalmente siempre apuesto por ver y moverme por el lugar que visito antes que quedarme tumbado cual patricio romano recostado en su diván durante una bacanal.
Afortunadamente, para los viajeros dispuestos a ahorrarse dinerito, gastar suela a base de visitar el lugar por el que pasan, sentirse como en casa y ser visto como un nativo más, existen sitios Web como Friendly Rentals, uno de esos sitios de Internet en los que encontrar un alojamiento en un amplísimo rango de precios, céntrico y cómodo en toda suerte de ciudades y países. Para los que viajamos, cuando podemos, para pasear, ver y ganar experiencias este tipo de rinconcetes de Internet resultan de gran ayuda, ya que dejar un dineral en la caja del hotel por tan solo poner la oreja sobre la almohada cada noche (noches que empiezan tarden y comienzan pronto) es una ridiculez. Creo que, especialmente cuando viajas a el extranjero (en Friendly Rentals tienen apartamentos en Estados Unidos, Turquía, Sudáfrica…), no ser visto como un turista es un plus para el viajero y créame cuando les digo que salir del hotel mapa en mano o ser vistos junto a un individuo que a grito pelado trata de explicar algo a un rebaño de domingueros de espectro internacional, no les ayuda.
Pero oiga, se queda sin los servicios del hotel pueden estar diciendo, lo que me lleva a preguntarme ¿y que servicios son esos? ¿No será el de habitaciones? Si, si…el de los precios prohibitivos por un sándwich mixto…o quizás se refieran al servicio de despertador, ese que no necesitan por que su cerebro, unido a unas sabanas que parecen papel de lija, no les deja dormir a causa de esa dolorosa punzada que les recuerda constantemente: estas perdiendo el tiempo mientras duermes. Digamos que, ya que a fin de cuentas cuando se esta de viaje se suele comer y cenar en la calle, lo único que pierden es el desayuno y que les hagan la cama y sin embargo ganas no tener una hora de check-out ridícula (a las 12 de la mañana cuando tu avión sale a las 19:00 por ejemplo) y tener que soltar una propinilla a un individuo que seria capaz de cruzar a nado un río de lava ardiente con tal de llevarte las maletas de la puerta del hotel al el mostrador de recepción, donde un amable recepcionista hará lo posible por clonar su tarjeta de crédito (algo que le ocurrió al que aquí les escribe en la ciudad de Nueva York).
En fin…que el viajar es un placer que, a diferencia de lo que dice la canción, no nos suele suceder y la mejor manera de garantizar la satisfacción durante un viaje, sea vacacional o de negocios, nada supera a sentirte como en casa y no como un extraño en un lugar del que apenas conoce nada. Viajar: si, viajar de cualquier manera: no, planifiquen, programen y diseñen el viaje ideal, pero como fallen el tiro, por cualquier motivo, del alojamiento se van a acordar de la estancia y del viaje el resto de su vida y no por los motivos adecuados.
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