Título original: Cinquanta sbavature di Gigio
Traductor/a: Mireia Carol Gres
Edición: 1ª ed.
Lugar de edición: Barcelona
Editorial: Planeta
Año de edición: 2013
Número de páginas: 128
ISBN: 978-84-080-5095-7
Estoy convencida de que muchos habréis leído la trilogía de E. L. James, Cincuenta sombras, o al menos habréis oído hablar de ella porque mucho se ha escrito ya sea para ponerla por las nubes o para bajarla a los infiernos. Personalmente me incluyo en el segundo grupo, pese a los esfuerzos de mis compañeras de trabajo para que lo lea, ya que soy de las que salen corriendo cuando un libro es éxito de ventas a golpe de marketing.
Quienes han sucumbido a los encantos de Christian Grey nos lo han descrito como el hombre perfecto: atractivo, rico, misterioso, galante y virtuoso entre las sábanas capaz de volver loca de pasión a la partener de turno. En suma, el príncipe azul con el que soñamos desde niñas pero, como el príncipe azul siempre destiñe, Rossella Calabrò nos devuelve a la cruda realidad al recordarnos que no es con el Sr. Grey con quien nos acostamos y despertamos cada día sino con nuestro Gregorio particular.
Cincuenta sombras de Gregorio no es una novela que siga la estela de E. L. James, es más, no la calificaría de novela puesto que es una sátira comparativa al estilo del juego de las siete diferencias pero, en este caso, las diferencias entre Grey y Gregorio son cincuenta y Calabrò nos las muestra desgranadas una a una.
Con un estilo sencillo y en pocas páginas –el libro se lee en unas horas-, Calabrò derrocha ironía con la que nos hace reír pero, sobre todo, pasar un rato agradable leyendo lo que, a mi parecer, no es más que un alegato a la rutina de las relaciones de una pareja real frente a la fantasía del hombre perfecto, el sexo desbocado y un nivel de vida que muchas tan sólo aspiramos a ver en las revistas.
Sin ser necesario leer la trilogía de Grey, acercarse a Cincuenta sombras de Gregorio es una forma de volver a la realidad con una sonrisa en la cara y nos recuerda, que pese a sus muchos defectos, nuestros Gregorios particulares también tienen sus virtudes, entre ellas, hacernos reír en los momentos más insospechados y, ante esto, no Grey que valga.
Portada: http://static-smoda.elpais.com/uploads/images/thumbs/201251/portadacincuentasombrasgregorio_1681_635x.jpg Imagen comic de Quino: http://www.top10de.com/wp-content/uploads/2012/11/mafalda_papa.png