Cincuenta sombras de Grey

Publicado el 09 junio 2012 por Desmadreando @desmadreando

Spoiler: Si pretende leer el libro no lea el siguiente post. 

Hace como seis meses recuerdo que escuché en las noticias que estaba por salir la primera novela de “pornografía” para mujeres. En esa ocasión me reí para mis adentros. ¿Porno para mujeres?, perdón pero a nosotras ¡no nos va ese rollo! Hago mal en generalizar, pero yo pienso que a nosotras las mujeres nos va el romanticismo de hacer el amor- salvajeduroocomoquiera pero “hacer” el amor. Milán Kundera decía ”El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien.” Buscamos placer en la compañía, no al inverso. La seducción, el erotismo. Eso es lo que nos incendia. La pornografía es demasiado explícita.

No por nada hay un chiste machista que dice que las mujeres siempre vemos las películas porno hasta el final para ver si la pareja se casa.

Cruel pero real, muy real.

Hace unos días una bloggera comentó que ya había comprado su libro. Me pico la curiosidad y pensé para mis adentros que así como me chuté todos los libros de la trilogía de “Los Hombres que no amaban a las mujeres” de Stieg Larsson, los vampiros y su amor adolescente de “Crepúsculo” y hasta la magia de “Harry Potter” pues este verano podría leerme la trilogía best seller para mujeres mas maduritas como yo.

¡Que risa! De madurita tengo lo que un marciano verde. Imagínenme llegando a la librería-y como no me acordaba del título del libro le digo a la señora:- “Mire el día de hoy hiceron el lanzamiento de la primera novela soft porn para mujeres pero no me sé el título.¿Usted no sabría de casualidad cómo se llama?” . Claro yo estaba cuchicheando, y esperé a que se fuera una familia que estaba comprando libritos de sonidos aulladores para su bebé. La cara de la dependienta fue de sorpresa. -¿Será el kamasutra?- me espetó. Yo me sorprendí- pues para mi eso no sería ni porno ni soft…pero en fin.

Saqué el móvil y tecleé “soft porn y libro” y tomaya miles de enlaces y el nombre buscado: “Cincuenta sombras de Grey” de E.L. James. Le digo el nombre a la dependienta y menuda desilusión se llevó pues me dice:- ¿cómooooo? si es justo este de aquí pero mira que portada tan seria y aburrida ¡jamás me hubiese imaginado que diera vidilla!, pero si dices que esta bueno me lo cogeré hoy mismo.

¡Vaya que si da vidilla!

Me di una escapada a tomarme un café- de esos que solía tomarme con mi amiga Soledad (que es inexistente) antes de que naciera la Critter. Me senté en una esquina y saqué el libro. Me pusieron lo de siempre: cortado con sacarina.

Comencé a leer  devorando y sentía miradas de escrutinio. No entendía bien porqué. Claro, cuando llegué a la página 114 y empecé a sudar por el calor y la narración. Lo entendí todo. Era como si me hubiese estado paseando en bolas con una Playboy por ahí. A mis treinta y un años estaba haciendo una declaración de “mira yo leo best sellers- pero no cualquiera- ¡oiga no!- yo leo la novela que va de porno”. Me dio vergüenzica, cogí el libro, me levanté de la mesa y me marché. Ridículo lo sé, pero pues no quería que los coloretes en los mofletes revelaran mi estado de alteración y que el abuelo que me saluda todas las tardes piense que soy una libidinosa.

Debo hacer una corrección. El libro no va de porno. Eso es un decir. Va sobre una relación sado-masoquista que un millonario de menos de treinta años ejerce sobre una mujer virgen recién egresada de la universidad. Lo porno es que es una novela, escrita por una mujer, en donde se describe con mucho léxico, mucho detalle y muchas signos de exclamación los encuentros sexuales de esta pareja. Es explícito pero a la vez erótico. Vamos que lo dice todo de todo- sin repujos. No empero, déjeme le cuento que ver las palabras escritas una tras otra resulta erótico y perturbador. Varias ocasiones me dije ¿qué demonios estoy haciendo leyendo esto? No se ría. Era como estar haciendo una travesura.

Algo está claro, habrá una generación de niños que se llamen Grey o Anastasia (nombres de los protas) después de esta trilogía- eso lo firmo yo.

¿Por que les cuento de ésto en mi blog? Pues por que me resulta “desmadroso”. Hablar de pornografía una madre como yo- impoluta, bien portada, seria. ¡Pero no se espante!si es una ama de casa, madre, joven, impoluta la que escribió estas andanzas y que además se va a forrar.

Una que es simplemente tonta. Una escribe un blog para sacar a pasear el lado oscuro y resulta que mi lado oscuro es más blanco que la leche.

No, hablando en serio, en esta lectura salió el título de madre que me he ganado desde hace 13 meses. Ese título que me acompañará hasta la tumba pues nunca se deja de ser madre. Ahora bien- no me había invadido esta sensación leyendo un libro.

Tuve varios acercamientos con esta lectura. Leí el libro primero como best seller como: ¡ah! mira que divertido, que innovador, y que buena novela para pasar el ratillo. De repente, se apoderó la mujer que llevo dentro diciendo en silencio ¿cómo es posible que me esté dando vergüenza leer esto? ¿es posible que a mis años, siendo madre, estando casada me den rubores por leer en silencio un texto de letras en blanco y negro? y lo peor comenzó entonces: ¿de verdad hay gente tan – no se encontrar calificativo- para encontrar placer? Y pensaba en mi nena. En como las madres educamos para que nuestras niñas- a pesar de tener que besar sapos- encuentren su príncipe. Sufrí. Sufrí por pensar que podría enamorarse de alguien que le enseñe una versión distorsionada del amor.

En el sexo se valen muchas cosas siempre y cuando haya consentimiento y respeto. En el amor no se si se vale todo.Si ese amor masculla tu autoestima, tu integridad y tu ser- eso no puedo llamarlo amor.

La protagonista cree que mediante sus encantos puede cambiar al seductor millonario Christian Grey y hacerlo salir de ese infierno de 50 sombras.

Así somos las mujeres, creemos que podemos hacer cambiar a los hombres.

La gente no cambia tristemente-y o lo amas como es o, si puedes, sal corriendo.

Anastasia, a pesar de estar profundamente enamorada- de una quimera pues en una semana no se puede amar a alguien- decide amarse a sí misma y no perderse ante esa vorágine salvaje de golpes físicos, intelectuales y emocionales.

¿Yo? Me he convertido. ¡DEME-MAS-SEÑOR! ¡Pégueme pero no me deje!

¿Alguien sabe cuando salé el segundo libro?