Cincuenta sombras más oscuras, de E.L. James

Publicado el 06 enero 2013 por Goizeder Lamariano Martín

Título: Cincuenta sombras más oscuras Autora: E.L. James Editorial: Grijalbo Año de publicación: 2011 Páginas: 589 ISBN: 9788425348846 Feliz día de Reyes para todos, os traigo un regalito un poco subido de tono. En agosto leí Cincuenta sombras de Grey gracias a que mi amiga María me lo prestó. Y como ya os conté en la reseña, a pesar de que era muy reacia a leerlo al final lo leí, me sorprendió, me gustó y, sobre todo, me enganchó y me dejó con ganas de leer los otros dos libros de la trilogía. El pasado 27 de diciembre me llegó a casa un paquete de Random House Mondadori con los libros Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas, por lo que desde aquí les doy las gracias. El segundo libro de la trilogía lo empecé a leer al día siguiente de recibirlo, el viernes 28 de diciembre, y lo terminé dos días después, el domingo 30 de diciembre, por lo que ha sido mi última lectura de 2012. Tengo que decir que casi la mitad del libro la devoré en el autobús ese sábado, mientras viajaba de Madrid a Pamplona para pasar la Nochevieja y el Año Nuevo con mi familia. Esta novela, fácil de leer, ligerita, que no nos hace pensar ni reflexionar, que únicamente nos entretiene y engancha, nada más, me vino genial para no aburrirme en las cinco horas que duró el viaje. Era justo lo que necesitaba.
No os voy a engañar. Si no os gustó el primer libro, no os molestéis en leer este segundo. Es más de lo mismo. El mismo estilo plano, repetitivo, sin ningún tipo de calidad literaria. Pero a pesar de todo esto, la historia sigue enganchando y cumpliendo plenamente su función de entretener.  Partiendo de esta base, sabiendo lo que nos vamos a encontrar, la historia se disfruta y se lee casi sin darte cuenta. No hay que pedirle más, es lo que es y punto. Pero de vez en cuando no viene mal leer algo así para intercalar entre otro tipo de lecturas. Esta segunda entrega de la trilogía comienza justo a continuación del final de la primera, cuando Anastasia se ha marchado de casa de Christian, poniendo así fin a la relación tan peculiar que ambos habían mantenido hasta entonces. Pero, para sorpresa de ambos y también del lector, los dos lo pasan realmente mal con esta separación y deciden darse una segunda oportunidad. Pero, para que esta vez la relación funcione los dos tienen que poner de su parte. ¿Estará Christian dispuesto a aceptar una relación vainilla y a olvidarse de sus oscuras aficiones para tener una relación más convencional basada en el cariño, el amor y la ternura en vez de en la dominación, el sexo y las órdenes? A cambio de ceder y renunciar a su lado masoquista, controlador, celoso, mandón y posesivo Christian le pide a Anastasia únicamente dos cosas: fe y paciencia. ¿Será ella capaz de dárselas? ¿Podrá confiar en Grey? ¿Conseguirá dejarse llevar y darle a Christian lo que él realmente necesita? No quiero desvelaros nada más de cómo se desarrolla la relación y la historia entre los dos protagonistas. Pero sí quiero hablaros de otras cuestiones de la trama de esta segunda entrega que han hecho que me haya gustado mucho más que el primer libro de la trilogía. Cincuenta sombras de Grey estaba mucho más centrado en Christian y Anastasia, mientras que en Cincuenta sombras más oscuras los dos protagonistas se relacionan más con otros personajes, como la familia de Christian, el jefe y los compañeros de trabajo de Ana, sus amigos y, lo que más interesante me ha resultado, algunas de las ex sumisas de Grey. Esta parte de la historia es sin duda la que más atractiva me ha parecido. Le añade algo diferente, más sustancia a la historia de amor y de sexo de Christian y Anastasia, más variedad y, sobre todo, más intriga, suspense, acción y ritmo, por lo que, al menos para mí, este segundo libro atrapa y engancha todavía más incluso que el primero. Por último, también quiero destacar otro aspecto de la novela que me ha gustado: la revelación de algunos de los secretos de Grey, su lado más oculto y oscuro, eso que no quería desvelarle a Anastasia por miedo a que se marchase y se alejase de él... No lo voy a negar, en el primer libro me picó mucho la curiosidad, tenía muchas ganas de saber qué era eso tan perverso e inconfesable que había hecho Christian, conocer sus sombras, su pasado...  Por fin ahora he podido hacerlo, por lo que mi curiosidad ha quedado saciada, pero también un poco decepcionada... Me esperaba algo peor, más fuerte, más malvado... No sé qué ocurrirá en el tercer libro de la trilogía, pero por ahora, al menos para mí, el señor Grey no es tan sombrío y oscuro como me esperaba. Aun así, gracias al final tan abierto, que deja muchas de las cuestiones de la trama en el aire, sé que no tardaré mucho en leer el tercer y último libro de la trilogía, a ver si por fin me libero de estas cincuenta sombras...