USA (2006) Cine de 2.025 estrellas
Filmada para un cinéfilo consumidor seleccionado a priori, Mel Gibson encontró su estilo y ya no sabe hacer otra cosa, pero dejemos de lado la sangre y el New Gore de Marketing, veamos si hay algo más; ambientación con pocas fallas técnicas pero con fallas históricas incalificables, Gibson hace mezclas raras, confunde sus protagonistas, con los Aztecas, los Toltecas, otras veces parecen apaches de Norteamérica, a ratos evoca aborígenes Africanos, otras tantas los legendarios bárbaros Escandinavos, Chamanes Australianos, muchas veces hasta los hace hablar en Maya.
Y así fueron entonces actuando; Rudy Youngblood, Gerardo Taracena, Raoul Trujillo, Dalia Hernández, y los demás.
Los Mayas no practicaban el -Piercing- y Tattos que exhibe Mel Gibson, practicaban lo que hoy se puede denominar –Modificación Corporal-, o –Rostro Escultura-, modelaban aspectos del rostro, sabían que la tierra era esférica cientos de años antes que Américo Vespucio y Cristóbal Colón empezaran a sospechar que era un poco redonda, escribieron profecías, dejaron a la posteridad textos prehispánicos equivalentes al Génesis Bíblico, es aún palpable el legado Urbanístico y la Arquitectura de Paisaje de sus ciudades, tenían avances en Matemáticas, también en Astrología y Astronomía, enumerando algunas que se retoman mal en el guion , así que las escenas del eclipse están ineludiblemente fuera de lugar.
Las escenas de los sacrificios humanos en formato “Rito Azteca-Gore a la Gibson“imaginados ex profeso para la cinta, sólo tienen lugar en la imaginería sanguinolenta y estrambótica del Director… luego entonces también están fuera de lugar.
Las anteriores líneas son una breve observación analítico-histórica que no pude evitar, pero como no es historia sino algún talento fílmico lo que queremos analizar, pasemos a la trama, y reconozcamos que la mitad de la película es un viaje regularmente emocionante por lugares poco explorados de la cinematografía, reconozcamos también algunas escenografías más o menos elaboradas, ciertamente con olor apocalíptico y decadente, un vestuario con altísimos gastos de producción y locaciones naturales que te hacen olvidar a ratos que estás viendo una película mal planeada y peor dirigida.
Algunas situaciones de acción también resultan en lapsos llevaderas, en dosis aceptable trepidantes, pero en el afán de hacer algunos momentos graciosos y contar con nada de aptitud humorística, lindan en lo grotesco, también en el afán de hacerla emocionante cuando ya a mitad de la película se había terminado toda la endeble emoción, se recurre a unas persecuciones de-Garra de Jaguar- miles de veces vistas en cine comercial y a unas circunstancias narrativas muy poco estudiadas, que parece que se está viendo otra película, como si se les hubiese perdido el escueto guion a mitad de la selva y los productores decidieran continuar con la grabación en lugar de sacrificar unos días, organizar una redada y ponerse a buscarlo.
Pero como bien dijo Mel Gibson: “investiguen ustedes más sobre los mayas y déjenme a mí seguir haciendo Cine”
¿…Cine?
(19feb2007)
Por: Godofredo Oscós Flores