Por Daniel Marín
(Publicado originalmente en blog Eureka, del sello Naukas, España, el 15 de agosto de 2013)
Europa Report (Sebastián Cordero, 2013) es una película de ciencia ficción donde, por una vez y sin que sirva de precedentes, la ciencia juega un papel mucho más importante que la ficción. El argumento gira entorno a la primera misión tripulada a Europa (financiada por una empresa privada, por cierto), formada por seis astronautas de diversas nacionalidades. Durante la travesía a Júpiter la nave sufre un problema con el sistema de comunicaciones y como resultado la tripulación no puede contactar con la Tierra. Como no hay posibilidad alguna de retorno, la misión sigue adelante y lo que vemos en la película son realmente los vídeos grabados por las cámaras de la nave, siguiendo así la última moda en Hollywood de hacer films en plan documentales falsos.
La superficie de Europa según Europa Report.
No voy a destripar el argumento más allá de lo que se puede ver en el tráiler, pero podemos decir que la misión no termina precisamente bien. La trama es sólida y consigue enganchar al espectador, pero es posible que muchos la encuentren aburrida al carecer de las preceptivas dosis de acción desenfrenada y sin sentido que caracterizan las películas de ciencia ficción actuales. El director flirtea con los elementos de una película de terror -de ahí que en muchos momentos Europa Report pueda recordar a Apolo 18-, aunque lo hace de forma muy sutil. La narración está salpicada de suficientes elementos de misterio y tensión para que sea atractiva, pero siempre intentando alejarse de los tópicos de las películas descerebradas de sustos para adolescentes (antes comúnmente conocidas como ‘pelis de miedo’).
Aterrizando en Europa.
También es de agradecer que los protagonistas no cometan demasiadas imprudencias. Se nota que los guionistas han llevado a cabo un esfuerzo considerable para asegurarse de que la tripulación se comporte como seres humanos normales y no como una manada de sociópatas inadaptados incapaces de trabajar en equipo -véase Prometheus, por ejemplo-. Quizás el gran problema de Europa Report sea precisamente, además de su bajo presupuesto, cómo hacer que el retrato fiel de una misión espacial tripulada resulte ’emocionante’. Los saltos en el tiempo de la narrativa -no son precisamente flashbacks– tampoco ayudan y restan en mi opinión fluidez a la historia, aunque sirven para introducir un último y pequeño giro argumental que puede sorprender a más de uno.
Desde el punto de vista científico-técnico, Europa Report está francamente bien. No es ni mucho menos perfecta, pero cumple. La nave y los equipos recuerdan mucho a la famosa serie de docudramas de la BBC Space Odyssey: Voyage To The Planets. El vehículo interplanetario incluye unos habitáculos giratorios para crear gravedad artificial -y abaratar de paso el coste del rodaje-, así como una sección frontal que es en realidad la nave de descenso para Europa (dividida a su vez en dos cubiertas). Lo más simpático del caso es que semejante monstruo -que debe tener a ojo una masa superior a las 500 toneladas- es lanzado al espacio por un pequeño cohete Atlas V 551. En realidad lo que vemos en la película es el lanzamiento de la sonda Juno, lo que me hizo mucha gracia (cuando fui a ver el lanzamiento de Juno en 2011 no se me hubiese pasado por la cabeza que vería el despegue en una película de ciencia ficción). En la vida real, una misión así requeriría múltiples lanzamientos de cohetes gigantes y un sistema de propulsión avanzado. No olvidemos que, debido a su enorme pozo gravitatorio, Júpiter es el planeta del Sistema Solar que requiere mayor Delta-V para situar una nave en órbita alrededor suyo (a lo que debemos sumar el descenso a la superficie de Europa). Sobrevolar Venus y la Tierra permitiría reducir la Delta-V consumida por el sistema de propulsión, pero a cambio de alargar el tiempo de misión.
Mandar a seis personas a Europa parece que requiere solamente un Atlas V (NASA).
Arte conceptual de la nave de descenso (fuente: http://www.comingsoon.net/movies/news/103567-check-out-concept-art-from-europa-report)
Pero bueno, son ‘licencias artísticas’, creo que lo llaman, mejor no darle mucha importancia. Al fin y al cabo, la sonda Juno viaja rumbo a Júpiter, así que tampoco van muy desencaminados. Por criticar, también cabe mencionar como parte negativa la escena del aterrizaje en Europa o que la nave principal posee paneles solares bastante pequeños y relativamente inútiles a tanta distancia del Sol (supongo que se puede justificar su presencia como sistema de producción de electricidad cuando la nave se encuentra más cerca de la Tierra). Por otro lado, el interior de la nave está bien representado y se nota que se han inspirado en el transbordador y la estación espacial internacional (¡velcro por todos lados!). De hecho, el módulo central de la nave es claramente similar a uno de los nodos de la ISS. Los trajes espaciales también son bastante fieles, ya que se trata en realidad de escafandras EMU similares a las usadas hoy en día en el segmento norteamericano de la ISS, aunque de color gris en vez de blanco. Durante las actividades extravehiculares las escafandras adolecen del síndrome de ‘trajes de presión desinflados’ que se ve en casi todas las películas sobre el espacio, pero al menos se evita la habitual y absurda iluminación de las caras de los actores con focos situados dentro del casco.
Interior de la nave. Se nota la influencia de la ISS.
Nave tripulada a Europa.
Trajes extravehiculares de la película.
¿Y qué hay de Europa? En la película sólo podemos atisbar una pequeña zona de la superficie helada de esta luna -supongo que para ahorrar costes-, pero el paisaje está muy logrado (quizás sea un pelín demasiado abrupto). Por otro lado, la presencia de una intensa radiación en la superficie de Europa o la negrura del espacio interplanetario son algunos de los detalles que harán las delicias de los frikis espaciotrastornados que vean esta producción. En cuanto a los europanos, mejor no hablamos, que no me gustan los spoilers. Basta decir que aparecen.
Algo acecha en el hielo. Como vemos, el lugar de aterrizaje está cerca del ecuador y en el hemisferio sur de la luna.
En definitiva, Europa Report es una de las películas de temática ‘espacial’ más fieles que he visto últimamente, pero está claro que no es para todos los públicos. O mejor dicho, no todo el mundo apreciará el nivel de fidelidad en el desarrollo de la misión o los equipos. Por supuesto, esto no incluye a los lectores de Eureka, que deben verla y disfrutar de ella ya mismo, si es que aún no lo han hecho.
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Archivado en: Análisis técnico, Ciencia, Reseña Tagged: Apolo 18, Europa, Júpiter, Misiones Apolo, Misiones interplanetarias, Sebastián Cordero, Sonda Juno, Tecnologías, Tierra, Venus, Viajes espaciales