Cine histórico japonés: Una de ninjas
Con motivo de la reciente abdicación del Emperador Akihito, publicaré hoy la reseña de una película japonesa (La segunda parte del artículo sobre Paul Castellano tendrá que esperar).
Se trata de un film de ninjas, que además de las escenas de acción y una trama que gira en torno a conspiraciones por el poder, ofrece un retrato histórico del fascinante país del Sol Naciente.
En éste artículo expondré el argumento del largometraje, y en otra ocasión añadiré algunos detalles históricos que ayuden a situarse mejor en el contexto de la película.
Shinobi no mono (“Los tres enemigos”)
Japón, 1967
Director: Kazuo Ikehiro
El pequeño Kojiro, descendiente de una estirpe de ninjas, presencia cómo su padre es asesinado por tres intrusos. Éstos irrumpieron en la casa para robar la pólvora que el hombre había fabricado.
20 años después, Kojiro está dispuesto a vengar la muerte de su padre. Los rostros de dos de los asesinos permanecen grabados en su retina, pero al tercero sólo pudo verlo de espaldas. Para consumar su venganza, deberá antes adiestrarse en las técnicas secretas de los ninja, aprendiendo las tácticas de sus antepasados. Por recomendación de un amigo de su familia, Kojiro se dirige a la provincia de Kai en busca del prestigioso sensei Kurodo Sadayu.
Por el camino, Kojiro conoce a la atractiva Chitose, quien resulta ser la amante de Yafuse, uno de los asesinos de su padre…
Estamos en el siglo XVI, en pleno periodo Sengoku („la era de los estados en guerra“). Japón atraviesa tiempos de grandes conflictos y el caos campa a sus anchas. Diferentes daimyos rivales luchan por imponerse más allá de sus feudos. Con los años han surgido dos bandos claramente delineados: El de Takeda Shingen, líder militar de la provincia de Kai, y el de la alianza formada por Oda Nobunaga, señor de Kyoto, y su brazo derecho Tokugawa Ieyasu.
Una vez en Kai, Kojiro logra contactar al maestro de ninjas Sadayu, y se convierte en el más aplicado de sus discípulos. El estricto Sadayu, que está al servicio de Takeda, no permite que nadie se acerque a su hija Akane. Sin embargo, pronto nace una atracción mutua (y potencialmente peligrosa) entre la joven y el recién llegado.
Kojiro va ejercitándose y adquiere mucha destreza en las artes ninjas, pero sin alcanzar el nivel de su maestro – quien posee una velocidad casi sobrehumana.
Su relación con Akane podría costarle la cabeza al aspirante a ninja – La chica le cuenta que Sadayu ya liquidó a dos de sus pretendientes.
Pronto Kojiro descubre que Akane no es la hija natural de Sadayu: Él la adoptó tras matar en combate a su auténtico padre.
Las tropas de Takeda se preparan para enfrentar en campo abierto a las de Nobunaga y Tokugawa. Se aproxima la batalla final. Y Kojiro es seleccionado por Sadayu para cumplir una peligrosa misión de espionaje que facilite la victoria a Takeda.
El joven ninja se dispone a realizar lo que le han encomendado, pero no olvida que su máxima prioridad es ajustarles las cuentas a los asesinos de su padre. Por el momento, sólo conoce la identidad de uno de ellos, Yafuse…
(Continuará)