Sigo con la laboriosa tarea de traer hasta nuestros días viejas glorias en forma de películas y dibujos animados para que mi hija pueda vivir un poco lo que viví yo allá por los finales de los 70 y parte de los 80. Esta vez, y como ya es algo menos miedosa, pusimos otro clásico, «Los Gremlins».
Un inventor que viaja intentando vender sus creaciones decide regalarle a su hijo un mogwai llamado Gizmo, una mascota muy rara y especial, con la que hay que seguir a rajatabla tres reglas básicas: no darle de comer después de medianoche, no mojarlo y evitar que le de la luz del sol. Tras incumplirlas una tras otra, el pueblo donde viven se verá invadido por unos pequeños animales cuyo único fin es hacer el mal.
Creo que yo solo la he visto una vez, y hace lo mas grande de años, así que también aprovecho y recuerdo viejos tiempos :). De la película poco hay que se pueda contar que no se extraiga del resumen que he puesto mas arriba. Bichos malos haciendo de las suyas que te te hacen soltar alguna que otra carcajada. Una escena cuando menos curiosa es en la que todos los bichos se meten en un cine y se quedan prácticamente hipnotizados viendo «Blancanieves y los siete enanitos».