Me explico llena de magia por la existencia de gigantes y creadores de sueños, y de realismo porque saco la moraleja de que no hay que fiarse de todo el mundo.
Está tan bien echa que ha habido momentos en los que me he transportado a Inglaterra y que em lugar de ser animación eran actores de carne y hueso.
La única pega que era demasiado patriótica en algunos momentos y les ha faltado decir a los protagonistas "dios salve a la reina".