Sin duda el cine de Bud Spencer y Terence Hill marcó profundamente las décadas de los 70 y 80. ¿Quién no recuerda acaso aquellas célebres comedias de acción, que a base de sonoros mamporros al compás de una música pegadiza arrancaban las carcajadas de toda la sala?.
Lo que mucha gente no sabe, es que -pese a lo que pudiera parecer a simple vista- la cómica pareja no es de nacionalidad estadounidense. En realidad son italianos, de modo que no dejéis que sus nombres artísticos os despisten.
Bud Spencer se llama Carlo Pedersoli y nació en Nápoles en 1929. Tras despuntar como deportista de élite, participando incluso en los Juegos Olímpicos de Helsinki y Melbourne, su primera aparición en el cine fue en 1950 haciendo de guardia del Imperio Romano en la legendaria Quo Vadis?. Cambió su nombre por el de Bud Spencer en 1967 porque le gustaba Spencer Tracy y la cerveza Budweiser.
Por su parte, Terence Hill se llama Mario Girotti y nació en Venecia en 1939. Con tan sólo 12 años inició su carrera de actor con Vacanze col gangster. Continuó actuando para financiarse aficiones, incluida una moto. Estudió durante tres años Literatura clásica en la Universidad de Roma, pero decidió dedicarse profesionalmente a actuar. Así, antes de alcanzar fama mundial, llegaría a participar con pequeños papeles en algunas películas alemanas y españolas. En 1967 le pidieron que escogiera un nombre anglosajón más comercial, y según se dice él escogió Terence Hill porque las iniciales coincidían con el nombre de su madre.
En 1985 la pareja protagonizó Dos superpolicías en Miami, pero una época terminaba y supieron asumir que la industria estaba cambiando.
Aún así, y tras haber afrontado diversos proyectos por separado, en 1994 los actores volvieron a colaborar juntos en Y en Nochebuena se armó el Belén, un western en la línea de los trabajos que los habían hecho célebres antaño, pero desgraciadamente los gustos del público ya habían cambiado y el film no acabó de funcionar.
El dúo de Bud Spencer y Terence Hill es al cine italiano lo mismo que es el de Pajares y Esteso al cine español. Pero no nos engañemos: en cuanto a repercusión internacional no hay ni punto de comparación.
Y ya para terminar, amigos, no se me ocurre otra manera mejor de cerrar este artículo que dejaros en compañía de una de sus inolvidables peleas. Disfrutadla: