Título original: Deliria (Stage fright)
Una compañía de teatro está ensayando una obra en su local. Todo parece transcurrir sin novedad, hasta que uno de los miembros del reparto aparece muerto. Asustados, el resto trata de salir, para encontrarse que están encerrados en el teatro con el asesino.
En la segunda mitad de la década de los 80, el declive del giallo y el terror italiano ya había comenzado , se notaba muchísimo que estábamos ante el ocaso de una gran época en el cine italiano, había muerto y Mario Bava junto a Dario Argento estaban ya en la parte final de su trayectoria artística, sin duda era el comienzo del fin. Ante este desolador paraje, un alumno de Argento, el más aventajado quizá , el entonces joven Lucio Fulci quiso homenajear a su maestro alargando su sombra y extendiendo su legado en forma de influencias que Soavi maneja con una sofisticación y una estética que si bien no es de la talla de su maestro, es muy superior a muchísimos posteriores que hicieran el mismo intento.
Michele Soavi
Es en Aquarius, donde el giallo, el slasher y en sí el terror italiano se despide de su edad dorada recreando los pasillos laberínticos que en realidad son los grandes teatros con sus interminables de pasillos y recovecos, diferentes secciones ocultas entre oscuridad necesaria para la representación, sin olvidar los elementos de que reposan antes de salir a escena, como entes inanimados que esperan ser dotados de vida. Son lugares encantados, siempre entre la línea de lo real y lo ficticio atrezzo .. así tenemos un escenario enorme, opresor e inquietante donde los asesinatos, en toda su crueldad y su belleza mortal, nos regala uno de los slashers más interesantes de los 80.