Hoy nos damos una vuelta por Francia para ver una peli llamada "Tras la pared", del año 2.015.
Una joven pianista se traslada a un piso a vivir, y resulta que la pared de su salón da con la pared del salón de una especie de inventor que se dedica a fabricar puzzles y rompecabezas y que requiere de absoluto silencio para poder concentrarse en su trabajo, cosa harto difícil con alguien tocando el piano en la habitación de al lado. Y ella debe practicar, así que tendrán que ponerse de acuerdo... situación que desembocará en una relación un tanto especial y en algunas escenas bastante extrañas.
¡ATENCION, SPOILER!
No es que hay mucho que comentar, ya que se trata de una comedia romántica al uso, pero que me llamó la atención por lo siguiente.
Tras pasar una fase de putearse el uno al otro, empiezan a conversar y a darse cuenta que lo pasan bien cuando están juntos (aun con una pared por medio), y deciden avanzar su situación hasta una relación en la que, de mutuo acuerdo, deciden empezar a salir, pero sin verse, y sin ni siquiera saber sus respectivos nombres.
Al ver esto recordé que en cierto modo, es igual que (sobre todo hace unos cuantos años) cuando dos personas se conocen por internet, y lo primero que realmente descubren uno del otro es la personalidad, y no se dejan llevar por el físico. Lo que suele ocurrir en estos casos es que cuando se produce el encuentro real, cara a cara, se han dejado atrás aquellos prejuicios que pudieran derivarse del aspecto externo.
Excepto esto, poco mas tengo que comentar, ya que como dije, es una comedia romántica de las que hay a montones.