AMOR (AMOUR, FRANCIA-ALEMANIA-AUSTRIA, 2012)Pese a quien le pese tengo que decirlo, esta cinta del maestro Michael Haneke es una obra maestra, una muestra casi perfecta de cine y en especial de "su" cine, me refiero por supuesto al de Haneke que parece grabar documentales más que cintas de ficción, y lo más importante es que el titulo no es un juego de palabras ni nada por el estilo, es simplemente lo que es el amor para el talentoso director, una muestra grandisima de amor por parte de una persona y como el amor no es algo bonito, es algo duro, fuerte, potente, doloroso, inconmensurable que es tanto un liberador como una cadena, en todo momento del metraje Haneke nos tiene doloridos queriendo ver un rayo de luz, de esperanza, algo que nos deje tranquilos en este golpeteo inteligente y preciso del realizador que increiblemente no da un paso en falso, cada escena, cada dialogo, cada toma, cada segundo, esta perfectamente pensado para mostrarnos una obra real y hermosa donde lo más importante es el amor que se tienen dos personas en todo momento y que los lleva a tomar decisiones que pueden ser criticadas pero que son entendidas ya que nos sentimos inmersos en su situación, y que no nos liberan del dolor que hemos tenido que soportar en todo momento junto al devoto Georges sino que se aferra todavia más a nosotros, nos mimetizamos con el dolor y el amor que se regalan los dos protagonistas en una cinta sencilla pero muy poderoso tratando de un tema sencillo pero muy poderoso.
Desde el inicio vemos la maestria de Haneke con una toma en movimiento donde la policia abre un departamento donde con pocos dialogos conocemos toda la situación y nos es mostrado de manera notable el cuerpo inerte de Anne (Emmanuelle Riva, perfecta), la siguiente es estatica con las personas entrando en un concierto y donde vemos entre ellos a Anne y Georges (fantastico Jean-Louis Trintignant) y nos damos cuenta de cuanto se quieren de manera sencillamente notable, lo mismo aplica para la siguiente escena con cámara fija en la entrada de donde vive la pareja quienes se van a dormir como en cualquier dia, al dia siguiente durante el desayuno Anne queda ida y cuando se recupera no recuerda nada, Georges la convence de operarse pero los matasanos fallan y Anne ahora no puede mover la mitad de su cuerpo, sumado a los ataques que sufre, y los problemas de la vejez la cosa cada vez es peor y a Georges solo le queda esperar que empeore hasta que exhale su último aliento, pero aunque Georges esta resignado y encara la situación no esta de acuerdo en dejar que Anne la pase mal y hace hasta lo imposible por ayudarla.
Georges esta decidido a no mandarla a un hospital ni un asilo aunque para ello tenga que enfrentarse a su mandona hija y al pedante esposo de esta, se resiste a ponerle enfermera aunque signifique mucho más trabajo para él, en especial cuando se da cuenta de como tratan a Anne y la despide en una escena majestuosa donde no podemos estar más de acuerdo con los deseos de Georges, la misma critica sencilla pero peliaguda para los medicos y el sistema, Haneke se da el lujo de esto pero siempre teniendo en primer plano la historia de amor entre Georges y Anne, donde se lo demuestran antes de la situación y aun despues del problema, Georges la alimenta, la carga, la baña, le da animos, le lee, le impide suicidarse, conversa con ella, la esconde, le cumple los caprichos mientras Anne esta cada vez peor, hasta que llega al limite y le da la más grande muestra de amor que le pudo haber hecho, con la metafora de la paloma y el precioso cuento de la niñez de telon de fondo Georges hace lo más doloroso para él en un inconmensurable acto de amor hacia Anne donde decide perderse con tal de liberar a la persona que más ama, lo que hace aqui él protagonista si es una verdadera muestra de amor, mucho más grande que enfrentarse a ejercitos o pelear por ella, soportar con ella la agonia y verla sufrir teniendo que mostrase fuerte es el más hermoso regalo que se puede hacer, aunque Georges tiene momentos de egoismo al no querer separarse de ella, lo entendemos nadie es perfecto y creemos que hace lo correcto, una joya en la que Haneke demuestra su maestria no solo en el manejo de cámara, actores y hasta en el acomodo de los objetos sino tambien en el excelso guión donde el mismo Georges explica a su hija y a nosotros lo que ha tenido que pasar con Anne, nos explica que no es necesario mostrarnoslo porque al decirlo lo comprendemos y quiere mantener su dignidad, lo mismo que Haneke que no quiere usar el morbo o el chantaje y nos entrega un obra madura, casi perfecta y dolorosamente hermosa, justo como el sentimiento que refleja.