DESPUÉS DE LUCÍA (IDEM, MÉXICO, 2012)Alejandra (Tessa Ia, bastante bien) es obligada por sus compañeros a comer un pastel con ingredientes "peculiares", esto ocurre en el mismo salón de clases donde la maestra acaba de salir, no dejan salir a la chica, la sientan a la fuerza, le ponen el pastel enfrente y le cantan mientras la obligan a comer, en la escuela, con todo el salón de cómplice, con Alejandra soportándolo sin decir nada, no hay quejas, no hay voz, la chica a perdido la dignidad y el autorespeto, la cámara no se mueve, se mantiene fija y sin cortes mientras somos testigos de esa insoportable escena, y nos desesperamos al ver que nadie se da cuenta, nadie detiene eso, a nadie le interesa, y esa es la temática en todo el tiempo que Alejandra es maltratada cada vez haciéndose mas pesado, mas fuerte, mas difícil, sin que nadie lo detenga y con una adolescente que esta decidida a que nadie lo sepa por guardar un secreto y despues convirtiéndose en una victima total sin que siquiera intente esquivarlo o esconderse hasta que rebasa la linea y toma una fuerte decisión. El segundo largometraje de Michel Franco no da concesiones, muestra de manera total y sin maquillar la naturaleza humana, pero al mismo tiempo sin caer en chantajismos o sentimentalismos, y cuando digo la naturaleza humana eso quiero decir, la equivocada campaña publicitaria que esta en los extras del dvd vende la cinta como una del bullying y que hace campaña contra esto, una forma de limitar y encajonar los alcances de la verdadera cinta que va mucho mas allá. En una larga toma extendida vemos a Roberto (Hernán Mendoza, excelente) recoger un carro de un taller, el tipo de pronto deja el carro abandonado con las llaves dentro mientras se aleja caminando, lo que nos muestra el desastre emocional que sufre, Roberto va con su hija Alejandra a la ciudad de México a un uevo empleo de chef dejando Puerto Vallarta detrás y con ello quizás el recuerdo de su esposa que acaba de fallecer enseñando a conducir a Alejandra, ya en México Alejandra entra a una cara preparatoria particular que hace pruebas de drogas, Roberto por un lado esta batallando mucho para lidiar con la muerte de su mujer, de pronto estalla en llanto, tiene arranques de ira, no puede trabajar y descuida a su hija, en tanto Alejandra se distrae con drogas primero y despues con sus compañeros ricos que cuando no estan jugando videojuegos, estan en un jacuzzi con droga y alcohol. Pero uno de esos juniors es la perdición de Alejandra cuando en una fiesta termina teniendo relaciones sexuales con Jose quien graba todo y despues los sube a internet donde todos pueden ver a Alejandra, mientras el chico es mejor visto y una chica se obsesiona con él, Alejandra es tachada de prostituta y es objeto de las burlas de parte de todos sus compañeros, las burlas se convierten en acoso, el acoso en violencia y todo va escalando hasta que se vuelve insoportable, sin que nadie haga nada y con el muchacho que subió el vídeo portándose insoportablemente hipócrita, al final la cosa se sale de control y Alejandra no soporta mas en una dura escena en el mar, es ahi cuando Roberto empieza a investigar ¿como demonios ocurrió esto? y cuando lo descubre busca justicia, el problema es que no lo encontrara en las ineptas autoridades que dudan de todos y que no pueden procesar menores de edad, ni la escuela que se lava las manos, menos los padres de los culpables que solo quieren proteger a sus pequeños maleantes, por ello Roberto se ve obligado a lo obvio, a lo unico que le quedaba por hacer, a la inevitable búsqueda de la retribución y la justicia en una larguísima toma sin corte que cierra la cinta de manera brillante, una cinta dolorosa, difícil y notable. Calificación: Muy Bien