EL FARO (THE LIGHTHOUSE, EU - CANADA - BRASIL, 2019)El cojo marinero Thomas Wake (Willem Dafoe, sobre-actuado) y el joven ex-leñador Ephraim Winslow (un desatado Robert Pattinson) llegan a una isla de nueva Inglaterra donde se verán obligados a pasar cuatro semanas cuidando el faro hasta el siguiente cambio de turno, ahi se supone que los dos se turnaran el cuidado del faro pero de forma imponente el viejo lobo de mar Thomas se apodera del mismo y le deja todas las actividades cansinas y pesadas a Ephraim que las hace de no tan buena gana, asi el tipo se pone a fregar pisos, limpiar cisternas, palear carbón y un larguísimo etc. que parece no tener fin, en tanto el viejo pedorro solo se la pasa en la noche en la luz del mismo faro y duerme el resto del día, solo levantándose al anochecer para comer y ponerse una buena borrachera, y aunque al inicio el chico se niega a caer en las garras del alcohol poco a poco cederá ante el viejo y también ante sus instintos mas básicos. Masturbación, sueños de sirenas, alucinaciones que no van a ningún lado, Ephraim poco a poco perderá la noción de la realidad mientras se emborracha con el anciano y este lo increpe y le diga cosas contradictorias todo el tiempo, tanto asi que nosotros mismo terminaremos confundidos y sin saber que creer, por ahi se asoman cientos de simbolismos, que las gaviotas como guías de las almas de los marineros, que el faro casi como un anhelado símbolo falico, la tormenta como demostración de locura y estar ahogado en alcohol, y por supuesto la preciosa fotografía que nos remonta al impresionismo alemán con un sonido donde cada crujido y graznido se sienten en lo mas profundo de nuestro ser, y dos actores que dan todo de si aunque se sobreactuan causando tanto terror como humor mala leche, que supongo que era la intención del director y guionista Robert Eggers. El problema es que si dejamos de lado los planos casi perfectos y los logros técnicos y artísticos de la cinta la verdad no tiene tanto que ofrecer, una historia sin pies ni cabeza que termina siendo cansina por lo repetitivo del asunto, desde muy temprano suponemos que el protagonista cederá a la locura, y solo se reitera en el asunto con larguísimos monólogos de Dafoe y un Ephraim que esta tan o mas confundido que nosotros, sobre las teorías que yacen en la cinta si bien es verdad que son muchas y variadas y que quizá ninguna de ellas sea, la mas obvia me parece la de Proteo y Prometeo, una simple burla de Eggers a la naturaleza humana y como esta es tan frágil y detestable como el mar mismo, por ello mismo los dos terminan siendo Thomas ya que Proteo es una muestra del subconsciente de uno mismo, es decir vemos a la misma persona en dos representaciones distintas con todo y el final de Prometeo, por ahi lei que quiza esta en el purgatorio y la luz es la sabiduría o salvación que desea (como el fuego de sabiduria de Prometeo) la cual también encaja con la cinta y algunas mas pero decido quedarme con la burlona, despues de todo si no la entiendo asi y pienso que Eggers se tomo la cinta muy en serio seria una muy grande desilusión despues de haber entregado una obra mayor como "The Witch" y ahora este pastiche, hermoso claro, pero sin un rumbo claro. Calificación: Palomera