Cinecritica: LOnglegs: El Coleccionista de Almas

Publicado el 18 septiembre 2024 por Light_19
"LONGLEGS: COLECCIONISTA DE ALMAS" ("LONGLEGS", CANADA - ESTADOS UNIDOS, 2024) DE OSGOOD PERKINSUn automóvil viaja por caminos nevados ya hace varios años atrás, no vemos al tipo que conduce, pero si a la chamaca que sale afuera en la nieve llamada por algo, ¿la cotidianidad? ¿algo más que no comprende? ya ahí escucha ruidos y ve el automóvil estacionado, alguien parece llamarla y en el completo silencio cuando al pequeña voltea hacia un lado la cámara cambia y vemos un rostro mostrado a medias, solo la mueca de la cara que se deforma en un sentido grotesco, movimientos estrafalarios que no parecen humanos y una voz chillona que pone la piel de gallina, y más aun porque le dice a la niña palabras que se dicen dulces y juguetonas, luego de decir que lo disculpe por ponerse las piernas largas del título el tipo se baja al nivel de la pequeña de imprevisto y vemos su rostro fracciones de segundo, suficientes para que sintamos un escalofrió, nos mantengamos en ascuas toda la cinta y tengamos pesadillas por varios días sin que jamás logremos olvidar ese rostro tan "peculiar".
Esta desquiciante y terrorífica escena es el inicio de la cuarta cinta de Perkins, que sigue la herencia familiar con el terror, pero que esta vez logra su primer gran película, con un thriller policiaco que bebe de los años noventa - de hecho la cinta esta ambientada en esa década -  pero que se mezcla con el terror en su forma más diabólica, después de esa escena inicial, el prólogo, conocemos a la seria agente Harker (una seca Maika Monroe) que acaba de entrar hace poco al FBI, en su primera búsqueda siente de inmediato donde está el asesino serial, algo que no cree su compañero que acaba pagándolo de la peor manera, debido a esto le hacen unos estudios donde resulta que es "medio psíquica" y por lo tanto el agente Carter (Blair Underwood) la recluta para la investigación de Longlegs, un asesino serial del que no se sabe nada, solo que van seis familias asesinadas, todas masacradas, pero lo interesante de todo es que es siempre el padre se vuelve loco, asesina a todos para luego suicidarse, sin rastro de que nadie más allá estado en el lugar, sin rastros de ADN, ni huellas, ni vecinos notando algo raro, de hecho, de no ser por unas estrafalarias cartas que deja escritas en código emulando al asesino del zodiaco y firmadas como Longlegs, no se sabría que existe y tiene que ver con todo.
Harker es una mujer que se obsesiona con los casos, totalmente profesional y prácticamente incapaz de socializar con los demás a su alrededor, esta dedicación y empeño la hacen avanzar en el caso, pero principalmente que el propio Longlegs (Nicolas Cage sublime en una actuación que es combustible de pesadillas) le ha dejado pistas para que avance en el caso, le está ayudando a esclarecerlo y la deja acercarse, eso si, con la condición de que nadie tiene que enterarse, en tanto la arisca y taciturna Harker solo tiene conversaciones con su madre que suelta líneas tan erráticas que uno piensa que la susodicha madre en realidad no existe, así que con la investigación avanzando vemos a Harker conocer a regañadientes a la familia de su compañero/jefe y con ello sabemos que es lo que vendrá después, el final de la cinta, algo tan horripilante que deseamos que no suceda, pero que como bien sabemos, lo obvio es que sucede, sumado a la extraña relación con su madre y la aparición del antagonista principal, el Longlegs del título.
Cage ha construido un personaje tan fascinante que se convierte en el alma del filme, un tipo completamente salido que es incapaz de interactuar en la sociedad, que habla tan chillante que rasga el oído, que mueve sus manos cuales pájaros rapiñando y que tiene prácticamente una máscara por cara, el tipo logra que cada momento en el que aparece sintamos el temor, la incomodidad, y cuando por fin aparece en cámara resulta tan incomodo de ver que queremos apartar la mirada pero no podemos, debido al increíble magnetismo casi morboso que despierta, de hecho las dos personas con las que vi la cinta trataban de evitar ver la pantalla cuando aparecía, una de ella de plano se tapaba completamente y volteaba preguntando si ya no estaba, algo que dejo de preguntar después de un par de ocasiones porque la inconfundible voz chillona, casi infantil pero con soplido, anunciaba si estaba ahí, es decir, aun sin ver la pantalla uno sabía que estaba ahí y por ende lo imaginaba, y aun cuando no está en pantalla uno lo recuerda, sabe que va a aparecer, y que a final de todo, el mueve los diabólicos hilos de todo.
La fuerza del filme de Perkins está en lo logrado de lo cinematográfico, una fotografía más que adecuada, un montaje exacto para lo que se quiere mostrar, esa edición que sugiere diabólicamente, esos cambios de formatos que no son para nada caprichosos sino que embonan en la cinta perfectamente, esos efectos prácticos que se sienten tan reales, el majestuoso sonido, la lograda recreación de época y esa banda sonora que causa terror con todo y bien escogido soundtrack con T-Rex a la cabeza, es decir, Perkins sabe perfectamente como dirigir y mostrar la cinta, y más importante aún, como causar incomodidad y terror de manera que uno no pueda digerirlo y se quede con el mucho tiempo, pero aunque esto sea lo mejor del filme el guion no es malo, sino que resulta genuinamente diabólico, casi perturbador, aunque uno espera lo que viene siempre causa impacto, de hecho la espera lo hace más terrorífico, y tiene momentos muy logrados.
Para muestra esa incursión de Longlegs a una tienda tratando de aterrorizar a la chica que reacciona de una manera muy inesperada, resulta obvio lo que nos dice Perkins, Longlegs es un chiflado del que todos sabemos que debemos desconfiar, por ello solo es casi inofensivo, pero cuando encuentra aliados adecuados se vuelve muy peligroso, justo como el señor de las escaleras de abajo que alarga sus piernas cuando le abren las puertas, sea por deseo propio, conveniencia, ignorancia o sencilla ingenuidad, de cualquier manera ya sea que entre como muñeca o persona, el mal está ahí, y con ello la destrucción que desea y predica, ante el final abierto y ese llamado espeluznante de desquiciado Longlegs que no me animo a repetir, ya tengo suficiente imágenes para pesadillas solo con lo que vi en la cinta, por culpa de Perkins y el buen amigo Cage.
Calificación: Notable