Por eso no entiendo porque tanto odio contra esta cinta, a muchas personas les parece exagerada y poco creíble, ademas les molesta el tono agrio y el final realista de la cinta, en lo personal Wan me gano con una trama sencilla que funciona como placer culpable, un tipo que les da su merecido a unos matones de poca monta que se creen lo máximo, ademas esas escenas, la del estacionamiento ya mencionada, como es perseguido por las calles y la cámara en movimiento siempre siguiéndolo, ademas del ataque a su casa donde nos regalan algunos minutos de acción dura y pura que culminan de forma terrible, y por supuesto el final salido de madre donde el derrotado Nick (Kevin Bacon, bastante bien) hace una masacre sangrienta sabiendo lo que le espera, el final lógico de todos estos acontecimientos.
Nick tiene la familia nuclear perfecta, la esposa hermosa (Kelly Preston), el chico deportista y buen estudiante (Stuart Lafferty), y el celoso hijo menor (Jordan Garrett), despues de un partido Brendan es asesinado frente a su padre en una gasolinera por causa de una iniciación de pandillas, Nick reconoce al muchacho pero decide decir en la corte que no porque apenas recibiría un par de años, lo busca, lo sigue y se toma justicia por propia mano (en una escena cardíaca), la banda a la que pertenecía ata cabos y deciden tomar revancha pero Nick da cuenta de algunos de ellos hasta que atacan su casa y le quitan su familia por lo que reaccionara de la forma mas violenta posible, realidad pura, sin contemplaciones y con una buena dirección y un Bacon entregado, la fotografía es de lo mejor y no se escatima en sangre, los personajes de la policía actúan como imbéciles para mostrar lo inútiles que son y la versión del director es todavía mejor con esas escenas que explican mas, desde su esposa sin dar el visto bueno pero diciendo que lo entiende, hasta el final mas desesperanzador, aquí Wan ya mostraba maneras y buen camino.
Calificación: Bien